La vida de Marie Curie, premio Nobel en Física y también en Química y primera mujer en conseguir el galardón, desfila a lo largo de una veintena de paneles explicativos en el Instituto Nacional del Carbón, en La Corredoria. "María Sklodowska-Curie: una polaca en París", es el título de la exposición que se inauguró ayer y que se podrá visitar hasta el día 19 de febrero, de 8 a 19 horas. A base de fotografías y textos se desgrana la sabiduría de la científica. En cada panel aparecen además escritos de la investigadora, rescatados especialmente para la exposición y que demuestran también su calidad literaria.

La exposición fue presentada por la delegada institucional del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Asturias, Rosa Menéndez, junto al director del Instituto Nacional del Carbón, Fernando Rubiera, y la concejala ovetense de Atención a las Personas e Igualdad, María Luisa Ponga.

Los tres coincidieron en sus intervenciones a la hora de destacar los logros científicos de María Sklodowska-Curie. Grandes hitos que, aún así, no lograron eclipsar sus grandes valores humanos. "Es un referente como persona y como científica. Su trabajo fue constante, pese a todas las dificultades que uno se pueda imaginar, pero con la fuerza que da la búsqueda de aquello en lo que realmente se cree", resumió Rosa Menéndez al referirse a la pionera en el campo de la radiactividad.

Durante la Primera Guerra Mundial creó los primeros centros radiológicos para uso militar, con los que se desplazaba al frente conduciendo su propia furgoneta. En este sentido, María Luisa Ponga recordó que fue una de las primeras mujeres en sacar el carné de conducir.

Por esta exposición, que debido a su éxito ya se mostró en muchos puntos de España, según precisaron las dos comisarias de la muestra, Sonia Rivas y Belén Yuste, pasarán alumnos de varios colegios. Está también abierta al público en general.