El filósofo Marcelino Suárez Ardura llegó a Milton de Almeida Santos de manera natural. Es profesor de Geografía en Bachillerato en el Instituto de Enseñanza Secundaria del Alto Nalón, en Barredos, "y Milton es un autor que vengo leyendo desde hace tiempo y llevo utilizando para explicar a mis alumnos qué tipo de saber estamos viendo". Pero ayer, en la exposición que realizó en la Fundación Gustavo Bueno, titulada "Geografía y globalización: la idea de globalización en Milton Santos"; Suárez Ardura usó como envoltorio la cuestión geográfica para adentrarse en el aspecto más filosófico del autor brasileño, uno de los más influyentes en la geografía humana desde mediados del siglo XX.

"La teoría de la Escuela de Filosofía de Oviedo es que una globalización global no es posible; por eso, al estudiar minuciosamente las obras y el pensamiento de Milton, puedo afirmar que la globalización económica que él plantea y el concepto de 'globalitarismo' que utiliza, son inconsistentes desde una perspectiva lógico-material", afirmó Suárez Ardura. La línea de pensamiento del filósofo brasileño es "marxista con fenomenología, como la de Jean-Paul Sartre o Maurice Merleau-Ponty". Así, su idea de globalización es realmente una "perspectiva antiglobalitaria", un pensamiento que recogen muchos de los movimientos antiglobalización, los marxistas modernos o los nuevos movimientos sociales que ponen en manos del Estado el poder globalizador y que confían en un cambio que se promueve desde abajo. "Todo en Milton gira en torno a un motor, la lucha de clases". Pero es justo ese "punto utópico y falto de ideas claras", el que el propio Gustavo Bueno, sentado en las primeras filas durante la conferencia, tildó de "peligro" durante el turno de preguntas. "Si los partidos que pueden llegar a gobernar en España cogieran estas ideas como base, sería tremendamente catastrófico", afirmó el filósofo ovetense.

La visión estrictamente negativa que Milton tiene de la globalización, como algo "perverso" y "alienante", es lo que deja en evidencia su teoría. "Lo resume con la palabra 'globalitarismo', que combina totalitarismo y globalización, y se traduce en la discriminación que existe entre ricos y pobres". Pero, al mezclar esos dos conceptos, uno derivado de la política y otro de la economía, "está reduciendo el todo a la unidad"; justo el punto con el que la Escuela de Filosofía de Oviedo no está de acuerdo. Pero, Suárez Ardura lo defiende como un autor imprescindible y un claro defensor de que "la geografía tiene algo de filosofía y, por lo tanto, tiene que ayudar en su cambio".