La escultura "Vendedoras del Fontán" tiene menos ollas, potas y vasijas de bronce que hace veinte años, cuando el entonces Alcalde y actual delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, la inauguró en la plaza Daoíz y Velarde, en el corazón del mercado al aire libre. Si en 1996 las dos paisanas estaban rodeadas por once cacharros, ahora sólo tienen siete. Los agujeros en la base de la escultura -dos por cada pieza sustraída- delatan la falta. La creación del artista, Amado González Hevia "Favila", tiene los utensilios de cocina atornillados.

La agresión a las "Vendedoras del Fontán" es uno más de los actos vandálicos sufridos por las esculturas de Oviedo. La estatua de Mafalda, en el Campo San Francisco, ha sido pintada varias veces. El perro Rufo instalado en la calle Doctor Casal apareció de color azul y a Woody Allen le rompieron las gafas.