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FERNANDO NANCLARES | Arquitecto y coautor del plan director del Prerrománico

"La Fundación y el Museo del Prerrománico deben estar en el Naranco"

"Se han hecho obras en los monumentos, pero falta conectarlos, prepararlos para las visitas y mucha inversión en publicidad"

El arquitecto Fernando Nanclares. MIKI LÓPEZ

El arquitecto Fernando Nanclares firmó en el año 2006 el plan director del Prerrománico junto a su colega de profesión Antón Capitel. Con ellos, para la redacción de ese compendio sobre el Prerrománico, colaboraron más de una decena de expertos de toda índole. El Ministerio de Fomento, que fue quien encargó el documento, nunca puso en marcha sus propuestas aunque parte de ellas, las referidas a la conservación de los monumentos, se han ido ejecutando a lo largo de los últimos años. Ahora que el Principado acaba de anunciar un plan de gestión integral del Prerrománico, Nanclares repasa el contenido del que hizo junto a Capitel hace una década.

-El Gobierno regional anuncia un plan para el Prerrománico.

-Es un indicio de que algo se empieza a mover, y que comienza a tomarse en serio ese patrimonio. Confío mucho en el actual equipo de la Consejería de Cultura. El plan que Capitel y yo redactamos hace diez años no es ninguna exclusiva. La Consejería dispone de él y lo consulta.

-Sobre ese documento, ¿de cuándo data su encargo y en que contexto se hizo?

-Hubo algunos contactos de Francisco Álvarez-Cascos con el Principado y con algún experto como Joaquín Manzanares. Fue Álvarez-Cascos en su etapa de ministro de Fomento en 2003 quien hizo el concurso, seleccionando a nuestro equipo. Nosotros terminamos el trabajo en 2006 y se aprobó administrativamente en febrero de 2007. El trabajo es propiedad del Ministerio de Fomento.

-¿Empezaron por el diagnóstico de la situación?

-Había un pliego de condiciones muy detallado y muy bien hecho que divide el trabajo en dos partes. La primera es documentación y recogida de datos y una fase de propuestas. Hay tres documentos: el primero documentación y el segundo hace un avance de las propuestas que figurarán en el documento tres.

-¿A qué monumentos se extiende?

-A los seis monumentos que están incluidos en la lista de la Unesco. Los de Oviedo -San Miguel de Lillo, Santa María del Naranco, San Julián de los Prados y la Foncalada-, Santa Cristina de Lena y Salvador de Valdediós. No está la Cámara Santa porque está incluida en el plan director de la Catedral y está Valdediós, que no está en la lista aunque sí estuvo. Nadie sabe por qué desapareció, yo creo que por descuido.

-¿Con qué se encontraron?

-Un patrimonio con un estado general bueno, aceptable, sin riesgos, aunque con muchísimo que mejorar. El peor la Foncalada, en un estado ambiental lamentable. San Miguel de Lillo, Santa María del Naranco, Valdediós y Santa Cristina de Lena han tenido obras y están en un estado bueno. San Julián de los Prados y la Foncalada no. No eran monumentos amenazados, pero sí con muchas carencias.

-¿Qué se proponían con el plan entonces?

-Uno de los objetivos principales del plan es la divulgación, la promoción y que eso se convierta en un objetivo cultural y turístico, con un rendimiento económico. En ese aspecto había muchas carencias, sólo había un pequeño centro de interpretación en el Naranco y el resto nada.

-¿Los monumentos se conservan mejor en un ambiente rural?

-Santullano y Foncalada son los que tienen un entono peor, desastrosos. Los del Naranco están muy agobiados por la carretera, pero ahí están.

-¿Cuál era el contenido del plan?

-El plan contemplaba intervenciones de restauración en los monumentos y en los entornos, y propuestas de construcción de equipamientos como centros de recepción de visitantes, y un museo del Prerrománico que también haría funciones de centro de visitantes.

-Monumento a monumento. ¿Santullano?

-Proponíamos el reconocimiento de que la actividad parroquial y el culto no es compatible con la debida exposición de los valores que tiene. No es que queramos convertir el templo en un museo, es que ya es un museo. Debe tener un alumbrado y una climatización adecuados. Proponíamos demoler la casa parroquial y construir un nuevo edificio parroquial y trasladar todo eso a una parcela cercana que recogería visitantes y tendría aparcamientos. Por un lado está la autopista, pero por el otro lado se liberaría del agobio de la casa parroquial y el edificio de servicios parroquiales, respetando el parque y en la calle Velázquez una parcela para acoger a los visitantes, autobuses...

-¿Y la autopista?

-Reducirla al mínimo posible. Hacer una gran rotonda en el viaducto de Ángel Cañedo que redistribuya el tráfico.

-¿Sería el equivalente al bulevar que se pide ahora?

-Sí, nosotros le dábamos ese nombre, el de bulevar. Ahora que los terrenos de la Fábrica de Armas han quedado sin actividad será posible contar con parte de ellos para San Julián. En el plan no se contemplaba. Y había otra cosa relacionada con esto que era volver a conectar el casco antiguo, por las Pelayas, con San Julián. Y en el edificio se hacía una restauración convencional, con una última fase de intervención en las pinturas.

-¿La Foncalada?

-La intervención sobre el monumento era pequeña (limpieza), pero proponíamos la adquisición de dos edificios, uno en la calle Gascona y otro al lado, formando una "ele" para ganar espacio e incluir la fuente dentro de un recinto. La fuente es un objeto en un mundo extraño, así tendría un espacio propio que serviría de centro de visitantes y de lugar de exposición. Dentro de un edificio como el Ara Pacis en Roma, dentro de una gran urna moderna. ¿Cómo puede ser ese edificio? Pues habría que hacer un concurso. Hay que dar con un buen proyecto de arquitectura para abstraerlo del entorno

-¿Y los monumentos del Naranco?

-Se proponían obras convencionales de restauración, que en gran parte ya se han hecho, sobre todo en Santa María. San Miguel ya está en un buen estado para acometer la obra interior, en las pinturas y revocos. La intervención en el entorno era fuerte: la primera vez que se habló de eliminar el tramo de carretera fue en el año 1985. Es el gran asunto pendiente: construir una variante para aislar del tráfico a Santa María y San Miguel. Esa es la actuación clave. Luego un área, que comprende el aparcamiento, y una parcela de al lado iría el museo, desde el que se atendería a toda la red de monumentos.

-Eso convertiría a Oviedo en la entrada al Prerrománico, desde el Naranco.

-Sí, y sería tan grande como se pueda. No creo que se acabe poniendo en marcha, porque es un esfuerzo titánico. Hay que hacer algunas mejoras en el camino, se haría un recorrido a pie o en vehículos especiales. Desde allí se programarían visitas al resto de los monumentos. Y allí estaría la sede de una institución que sería la Fundación del Prerrománico, necesaria para centralizar todas las iniciativas y recursos. En el Naranco estarían la Fundación y el Museo del Prerrománico.

-¿Cómo sería esa fundación?

-Nosotros dábamos hasta los estatutos. Gestionaría el patrimonio con total autonomía, con las instituciones y la sociedad representada. Gestionaría visitas, estudios, becas... Todo.

-¿El del Prerrománico es, ante todo, un problema político?

-Está la Iglesia, el Principado, los ayuntamientos y el Gobierno central. Dispara uno por su cuenta, todos miran a los demás... Tampoco hay que ser derrotista. Desde que se hizo el Plan se realizaron obras en Santa María, en Santa Cristina, en Valdediós y están a punto las de Lillo y San Julián. A lo que no se ha atendido nada es a la difusión. El Prerrománico ni se anuncia, no hay un anuncio en un autobús, ni una valla, apenas tiene señalización. Supongo que algunos operadores turísticos lo ofertan pero el caso es que quien llega a Asturias debería sufrir un bombardeo de Prerrománico. Al mismo tiempo de hacer eso hay que prepararse para recibir a los visitantes. Además de la sidra, el queso, y los Picos de Europa está el Prerrománico, que es el valor principal. Hay que hacer campañas de publicidad intensiva.

-¿Cuánto costaba hacer realidad el plan director?

-Cincuenta y ocho millones hace diez años.

-¿Ahora?

-Hay obras que ya se han hecho. No es que el plan haya estado en un cajón. La Consejería lo conoce y lo ha ido consultando, aunque no eso significa que haya sido la guía de nada. Una parte del plan ya está hecha, la que corresponde a la intervención en los edificios. Lo que falta es vertebrar todo eso, que todos los monumentos estén conectados y hacer una red de visitas -la Ruta del Prerrománico-, y realizar una gran inversión en publicidad.

-¿El Prerrománico es vital para Oviedo?

-Tiene cuatro de los seis monumentos que incluye el plan, pero hay mucho más Prerrománico disperso por toda Asturias.

-¿Conoce la razón por la que el plan cayó en el olvido?

-Tuvo mala suerte en el arranque. Coincidió con el convenio entre el Ayuntamiento de Oviedo y el Principado para construir una losa a la entrada de Oviedo, así que el plan, que proponía un bulevar, fue acogido con reticencia.

-¿Qué vigencia tiene hoy el plan?

- No es un documento cerrado, marca un camino. Es aprovechable totalmente. Lo fundamental es arrancar con la Fundación, un pequeño grupo, con un pequeño local, que sea capaz de echar a andar todo esto.

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