Diana Coandá llegó hace 15 años a España desde Rumanía, y desde hace 13 está asentada en Avilés. Pero, a pesar de llevar toda la vida dedicada a la pintura, hasta el 2013 no encontró su camino. Y fue gracias a una colaboración con el avilesino Víctor Velasco. "Hicimos una instalación en Avilés y vimos que congeniábamos. De ese proyecto salió otro, y luego otro, y empezaron a denominarnos colectivo artístico DV", cuentan.
De su unión surgieron nuevos horizontes creativos, centrándose en instalaciones, vídeos y fotografías. Con esta última técnica crearon "Detrás", la obra con la que ganaron el premio "Fundación Caja Rural" del Certamen de Arte de Avilés. "Surgió sin querer. Estábamos preparando el escenario para trabajar con un cuerpo humano detrás, y al ver la fotografía, pensé: 'esto es buenísimo", dice entre risas Coandá. Sus obras reflejan perfectamente lo que son. El cálido y el frío, el blanco y el negro, lo clásico y la tecnología, la recta y la curva. Dos polos opuestos que se atraen. Pero aunque la parte más visceral y ruda suele ser la predominante, en esta obra han conseguido lo opuesto, la delicadeza extrema gracias a veladuras reales que distorsionan el fondo.
Gracias al premio se han comprado otra cámara, "porque trabajamos con medios muy precarios. A los artistas sólo nos quedan los concursos y los premios para poder seguir trabajando", aseguran. Por eso, en cuanto puedan, quieren salir de Asturias. "Yo trabajo como escaparatista y ella dando clases de pintura y cerámica. Vivir del arte es imposible porque nadie valora la vanguardia", apunta Velasco.
