Oviedo seguirá sin presupuesto hasta el lunes. El tripartito (Somos, PSOE e IU) trató ayer de aprobarlo de todas las maneras posibles. No sólo por la urgencia que da la fecha, mitad de febrero, sino porque ayer era el día en que vencía la promesa del Alcalde, Wenceslao López, que dijo hace dos semanas que iba a ser ayer. Que tenía que ser ayer. Pero no.

Los tres socios no pudieron sacar adelante unas cuentas que llegaron a la Junta de Gobierno sin avisar. La aprobación del presupuesto no estaba en el orden del día. El documento final no había pasado por manos de los tres socios. La mayoría de concejales desconocían que se iba a tratar el asunto. Por eso, cuando acabaron los puntos ordinarios y el secretario sacó una carpeta amarilla y dijo que ahí estaba el presupuesto y que tocaba votarlo, la tensión se disparó.

De repente, para sorpresa de casi todos, el presupuesto. Listo para aprobarse. Con los informes debidos del interventor en un tiempo récord que nadie esperaba. Con los trámites administrativos cumplidos. A la espera, únicamente, del voto de los socios.

Y fue entonces cuando todo se torció. Contrariada, IU anunció que no votaría a favor. Que necesitaba tiempo para revisar el documento antes de apoyarlo. Que quería comprobar que las "necesidades" de los vecinos estaban incluidas. Que quería conocer todos los detalles antes de dar su visto bueno. El PSOE se mantuvo de nuevo en una posición intermedia. Primero dijo que si los informes estaban bien que sí, que adelante. Seguramente también para cumplir la promesa del Alcalde. Y luego, en declaraciones oficiales, dijo que no, que era necesario revisarlo todo. Somos siempre se mostró a favor de salir de aquella Junta de Gobierno con las cuentas aprobadas. Al fin y al cabo, su edil Rubén Rosón (Economía) era quien había elaborado el documento, quien tenía toda la información.

PSOE y Somos presionaron a IU para que cediera y diera de paso las cuentas. La coalición se mantuvo. "Haberlas aprobado sin revisarlas hubiera sido una tomadura de pelo y una irresponsabilidad con los vecinos, que tienen recogidas en el presupuesto sus demandas y necesidades", explicaría después la portavoz de la coalición, Cristina Pontón.

La mañana en el Ayuntamiento fue intensa. A las 10.40, veinte minutos antes de que comenzara la Junta de Gobierno, el Alcalde supo que el presupuesto estaba listo. No se lo esperaba ni él. Intentó ponerse en contacto con IU, sin éxito, para ir generando el caldo de cultivo. Sabía que a la coalición no le iban a sentar bien las formas: que Rosón llevara el presupuesto sin habérselo entregado antes a los grupos.

La sesión comenzó a las 11.00 horas. Y nadie comentó nada del presupuesto hasta las 13.00. La sorpresa fue tal que hubo concejales, como Mercedes González (Somos), que abandonaron antes la sala sin saber lo que aguardaba. Aunque suele ser el último, esta vez el Alcalde tomó la palabra el primero. Dijo que estaban las cuentas, que los funcionarios habían hecho un esfuerzo enorme y que había que aprobarlas. Y propuso una opción: parar la Junta de Gobierno, dar un tiempo a los grupos para que las vieran, volver antes de que los funcionarios se fueran para casa y aprobarlas.

Como a IU no le convenció la propuesta, el regidor citó a los ediles y al coordinador de la coalición en su despacho. Allí, los comunistas le explicaron que necesitaban tiempo para comprobar el documento. Wenceslao López asintió. El segundo intento para convencer a IU fue a través de la vicealcaldesa Ana Taboada. La líder de Somos bajó de la sala, cruzó la calle y fue directa al grupo municipal de IU. Entonces, muchos ediles de la oposición ya se agolpaban en la puerta del edificio esperando, wasap a wasap novedades presupuestarias.

Taboada le pidió a IU que aprobara el presupuesto. Y la coalición le dijo lo mismo que al Alcalde: que necesitaba revisarlo y que el lunes, si todo estaba bien, tendrían el visto bueno. Taboada asintió, pero le exigió silencio. Silencio para que nadie sepa nada de los números.

De vuelta a la Junta de Gobierno, el regidor le preguntó a Taboada si había conseguido algo con IU. La líder de Somos dijo que no. Y allí se levantó la sesión. Eran las 14.07 horas. El presupuesto quedaba para el lunes.

"No podíamos aprobarlo sin conocerlo y haber comprobado su contenido", dijo Pontón. "Hay que tener la seguridad de que no haya nada que revisar", afirmó la socialista Ana Rivas, que no admitió que pensaron en aprobarlo, como sí hizo Taboada: "Si todo estaba bien, creíamos que era el momento", dijo, y agradeció a los funcionarios el esfuerzo.

La oposición, mientras, sacó el látigo: "Fue un bochornoso espectáculo. Tienen discrepancias permanentes", dijo Eduardo Rodríguez, edil popular. " Hay una descoordinación interna preocupante", agregó Luis Pacho, de Ciudadanos. El lunes, cuando pase el día de los enamorados, los tres se juntarán para hablar del acuerdo. Y contar los números.