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Tres espacios, tres países, varias técnicas y un artista

El norteamericano Nicholas F. Callaway expone en la Escuela de Arte de Oviedo, donde se formó, su proyecto "Estancias"

Tres espacios, tres países, varias técnicas y un artista

Un salón, un comedor y un estudio. Tres espacios que forman parte de la estructura de una casa corriente pero que el artista Nicholas F. Callaway (California, 1985) ha transformado en discursos y declaraciones de intenciones. En "Estancias", la triple instalación que inauguró ayer en la Escuela de Arte, donde estudió el Ciclo Superior de Grabado y Estampación, el joven habla de ausencias familiares, de la falta de comunicación y libertad informativa, y de temáticas que le llevan atormentando desde su época de estudiante de Lingüística, como la religión. Y lo hace mezclando técnicas artísticas y llevándolas al extremo, por ejemplo, pegando grabados en las esculturas o utilizando sellos de caucho que rompen el marco rígido que impone el grabado. "Quería dialogar con los alumnos de la escuela y mostrarles que hay diferentes formas de innovar dentro de la gráfica, además de con el uso de las nuevas tecnologías, solo con la creatividad en sí misma", explica.

Este proyecto empezó a gestarse hace cuatro años, antes de su llegada a Asturias. "Mi primera parada fue Oviedo, porque mi mujer es de aquí. Al terminar mis estudios nos fuimos a Beirut, y ahora residimos en Madrid. Estados Unidos, España y Líbano están presentes en estas tres instalaciones que, aunque hice por separado, tienen similitudes, y me pareció interesante presentarlas juntas para estas jornadas". Callaway consigue mostrar que las posibilidades de la gráfica son infinitas. "Es una técnica que surgió ligada a un fin comercial, la imprenta, y, por lo tanto, llena de reglas. Pero hay que acabar con ellas y explorar, porque sus posibilidades no tienen fin".

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