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La Florida pide "reactivar" un tramo de la Ronda Norte para acabar con los atascos

Los vecinos instan a que se retome la conexión de San Claudio con la autovía Oviedo-La Espina y exigen una batería de actuaciones en el barrio

Fernando González, a la izquierda, y Modesto López, ayer, en el parque infantil de La Florida. LUISMA MURIAS

El barrio de La Florida necesita cambios y los necesita cuanto antes. Con esta máxima por bandera arranca una nueva etapa de la asociación de vecinos, cuya junta directiva, con Emilio Peña al frente, acaba de ser ratificada para seguir representando a los habitantes de la zona al menos los próximos dos años. Durante la asamblea general extraordinaria en la que se compuso la directiva -sólo hay ligeros cambios con respecto a la anterior- se pusieron sobre la mesa algunas de las carencias que tiene el barrio y se trazaron las líneas a seguir a lo largo del año 2016 para tratar de conseguir que se subsanen. Algunas de estas reivindicaciones se recogen a continuación.

Acabar con los atascos. Los vecinos llevan tiempo exigiendo medidas para evitar los embotellamientos de tráfico que se producen a consecuencia del "embudo" que se forma a la salida del barrio, concretamente en la zona comprendida entre las calles Manuel del Fresno y Samuel Sánchez. En este sentido, la asociación vecinal propone "que se reactive el último tramo" de la Ronda Norte -un proyecto de circunvalación de la capital que lleva más de una década en un cajón y que ha sido rechazado por el actual equipo de gobierno- para conectar la carretera de San Claudio con la autovía Oviedo-La Espina (A-63). El tramo al que se refieren tendría una longitud "de unos dos kilómetros" y "no pasaría por la urbanización de Montecanales". Actualmente existe una salida de doble sentido que conecta el barrio con la antigua carretera de La Coruña (N-634) a través del núcleo de Olivares, lo que permite acceder a un punto cercano al enlace con la A-63, aunque "no es la solución final para acabar con los problemas de tráfico de la zona oeste de Oviedo", asegura Modesto López, el tesorero de la asociación.

Apertura del puente. El enlace rodado con la zona del parque del oeste siempre ha sido una reivindicación vecinal en La Florida. El puente que une ambas zonas de la ciudad está terminado, pero aún no se ha abierto al tráfico y la asociación del barrio exige que esa decisión se tome con celeridad. "Para empezar estaba previsto que la obra finalizase en agosto de 2014 y se terminó a finales de agosto de 2015, pero lo peor es que el puente sigue cerrado. A pesar de varios intentos, no hemos podido conseguir un documento que nos informe de las razones del estancamiento de la puesta en servicio", explica Fernando González, vicepresidente de los vecinos de La Florida. En recientes declaraciones a este diario, fuentes municipales justificaron la tardanza aludiendo a un escollo administrativo. En un principio iba a construirse un estanque bajo el puente, pero los vecinos pidieron que la zona fuese utilizada para habilitar plazas de aparcamiento y eso ha complicado las cosas. "El pliego de condiciones no preveía una recepción parcial de la obra, por eso de momento no se puede abrir el puente sin que esté construido el aparcamiento. Lo que estamos intentando es hacer una modificación para poder hacerlo, pero esos trámites administrativos llevan tiempo", afirmaron esas fuentes a mediados del pasado mes de enero.

Riesgo en los soportales. Actualmente los soportales de todo Oviedo están catalogados en el PGOU como espacios privados de uso público, es decir, que todo lo que pasa bajo los edificios es responsabilidad de los vecinos. "Dicha disposición representa un riesgo importante para las comunidades de vecinos, que cargan con la responsabilidad jurídica y económica de todo lo que pueda ocurrir en estas zonas", explica el presidente del colectivo, Emilio Peña. Según sostiene Peña, "la mayoría de las comunidades desconoce estas disposiciones y sus posibles consecuencias". No saben, por ejemplo, que si una persona sufre cualquier tipo de accidente bajo los soportales podría reclamarle una indemnización económica a los vecinos del portal frente al que se produjo la lesión. Los vecinos ya han exigido varias veces al Ayuntamiento que asuma las responsabilidades en esos espacios, pero hasta el momento han recibido negativas. "El 4 de marzo de 2014 La Florida registró en el Ayuntamiento de Oviedo, un requerimiento para modificar esta disposición recogida en el PGOU. En dos ocasiones el equipo de Gobierno anterior rechazó nuestras peticiones. Hemos presentado un tercer requerimiento, también rechazado por el equipo de gobierno actual", señala Peña. Este año continuarán con esa lucha.

Equipamientos. Los vecinos consideran que el barrio sufre un déficit en cuanto a equipamientos. Entre otras cosas solicitan un centro social "para no tener que invadir el saturado centro de Vallobín". La asociación de La Florida mantiene que un barrio "con 10.000 habitantes" se merece un servicio como el que reclaman. Otra de sus peticiones es la de un Instituto de Enseñanza Secundaria para la zona, algo que llevan pidiendo desde el año 2007. Existe un solar de 15.000 metros cuadrados en el barrio para el centro educativo y en el proyecto de presupuestos regionales para 2016 había dinero para el instituto, pero al no haber salido adelante las cuentas todo sigue en el aire. Los vecinos están manteniendo reuniones con los distintos grupos políticos con representación en la Junta para exigir que al menos se redacte y se licite el proyecto a lo largo de este año. Esa operación tendría un coste aproximado de 100.000 euros. Además, la asociación vecinal pretende conseguir que se amplíe la zona de juegos del parque infantil de La Florida y una zona de recreo, "con mesas y bancos para los adultos". También exigen un geriátrico público. "Hay un solar disponible para ese equipamiento, pero no existe proyecto", señala Modesto López.

Florida Arena. Para los habitantes de La Florida el equipamiento está desaprovechado. "Su ocupación por asociaciones privadas condiciona la disponibilidad de su uso para los vecinos y merece una completa revisión. A este espacio no se le saca el máximo aprovechamiento, particularmente los fines de semana, cuando está cerrado para los vecinos", señala Peña.

Solares sin uso. La crisis del ladrillo ha provocado que muchos solares se queden vacíos en el barrio. Los vecinos quieren que se habiliten para usos deportivos y que alguno de ellos se aproveche "para habilitar una zona verde en la que dejar a los perros sueltos". De esta forma se conseguiría acabar con los problemas que reporta el abandono. "Actualmente hay suciedad, ratas... Es un peligro", asegura el vicepresidente de la asociación.

Seguridad en el tráfico. En el barrio existen carriles limitados a 30 y 50 kilómetros por hora, pero sigue habiendo "velocidades excesivas" y los vecinos piden "medidas físicas" para solucionar el problema.

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