El balance de los XXI Encuentro de Filosofía de la Fundación Gustavo Bueno es más que positivo. "Estamos muy contentos porque ha habido varios participantes, especialmente dos, uno de México y otro de Panamá, que han tomado contacto con el materialismo filosófico por internet. Y que han hecho el esfuerzo de venir hasta Oviedo, por sus propios medios, para participar en la cita", afirma Gustavo Bueno Sánchez.

El filósofo defiende que eso demuestra que la Fundación está cumpliendo su objetivo "de ser un punto de encuentro y discusión, para un determinado grupo, totalmente globalizado en el ámbito de la lengua española". Además de este cambio cualitativo que han experimentado este año, Bueno Sánchez destaca que más de la mitad de los 60 participantes inscritos era de fuera de Asturias. "Eso ha permitido que el nivel de las charlas fuera muy alto y muy diverso".

Bueno Sánchez asegura que el tema de esta edición, las transiciones democráticas, se escogió porque es una de las cuestiones más ideológicas y más discutidas en todos los países del presente, pero también en la historia. Pero, a pesar de la diversidad de ponentes, el tema más recurrido ha sido el caso español. "Todo lo escuchado durante estos dos días demuestra el grado tan pedestre de las discusiones políticas que se suelen tener en la actualidad. Cómo se utilizan mantras como la transición democrática sin saber lo que se dice. Después de Franco todo lo que vino no fue otra cosa que una continuidad absoluta", asegura Bueno Sánchez. El filósofo mantiene que el momento que estamos viviendo, como también indica su padre, "es completamente nuevo y desconocido para todos. No sabemos lo que va a pasar".