La lluvia de los últimos días ha obligado a cancelar varias procesiones de Semana Santa y actividades al aire libre en Oviedo. Una climatología que dispara las ganas de estar en casa y de esperar en ella a que salga el sol para disfrutar de los días festivos. Pero, al entrar en la galería de Lucía y Juan Falcón el mundo gris del exterior parece irreal. Aquí solo hay espacio para las flores, el color, el agua y el blanco, ingredientes básicos de la primavera. Y es que, precisamente esta estación es la que inspira la nueva serie "Jardines verticales" que el pintor Juan Falcón expone en su galería hasta el 19 de abril. Una muestra que continúa en la línea de sus últimos trabajos y con la que está cumpliendo su objetivo: obras de arte accesibles para todos.
"Estas pinturas son una evolución del concepto que estuve trabajando durante el otoño y el invierno. Es lo que me sale hacer ahora y, además, el público ha conectado muy bien con ellas", afirma Falcón. En las 14 acuarelas de formato "mini", colocadas sobre pequeños trípodes que crean juegos de volúmenes en las imponentes paredes blancas de la galería, el artista hace florecer en el lienzo especies como el tulipán, el ave del desierto, el anthurium o la mimosa, la flor más representativa de la transición del invierno a la primavera. "Suelo utilizar flores silvestres que me voy encontrando en diferentes lugares y que me transmiten algo, que me llaman la atención por su tallo fino y su curvatura. Las observo hasta que se marchitan, me gusta esa evolución de las flores".
Pero, aunque la referencia es un elemento formal, Falcón lo lleva hasta una dimensión abstracta, en la que ocupan un papel importante los charcos. "Siempre me llamaron la atención, su característica simbólica. Ejemplifican perfectamente una parte del todo", puntualiza. Así, en la mayoría de sus acuarelas, como ocurría en la primera serie de "Jardines verticales", se hace una referencia imaginaria a la lluvia que forma los charcos, las pequeñas islas en las que nacen sus delicadas flores. Pero, el joven creador da otro paso más en su trabajo y presenta flores sueltas, que se abstraen y brotan de algo desconocido. Un curioso halo de misterio que envuelve al espectador y que le está sirviendo de guía para sus nuevos trabajos en óleo. "Estoy muy cómodo con este lenguaje minimalista, con un protagonismo claro del blanco y las texturas". De hecho, el óleo que preside la exposición está en esta línea. Un fondo pulido de acabado marmóreo que, al acercase, se vuelve aterciopelado, y en el que flota una flor que casi se puede tocar.
Pero eso, queda para más adelante. Porque ahora, la atención de estos hermanos está centrada por completo en hacer que la gente se inicie en el coleccionismo desde edades tempranas. "Nuestra filosofía es acercar a la gente joven y otro tipo de públicos el arte. Que todo el mundo pueda tener una obra original en su casa. Y los 'minis' son perfectos para ese cometido". De hecho, Juan Falcón ya está pensando en sus "jardines verticales" de verano. Eso sí, lo hace mientras la primavera sigue floreciendo en su galería.
