A un presunto delito de apropiación indebida que se halla en fase de instrucción desde hace dos años, se le sumará una denuncia por un supuesto delito electoral y, muy probablemente, otra por una posible falsedad documental. Las elecciones -reales o imaginarias, según las distintas versiones- que han alumbrado una nueva junta de gobierno en el Colegio de Enfermería de Asturias han enredado aún más la madeja y, además, no dejan de dar sorpresas. La penúltima de ellas, según ha podido saber este periódico, es que alguno de los integrantes de la nueva directiva está dispuesto a denunciar que ha sido objeto de este nombramiento sin ni siquiera haber sido advertido de ello.
El relevo de la directiva para los próximos cinco años se llevó a cabo sin que los colegiados -al menos en su gran mayoría- se enterasen. Y eso que un grupo de varias decenas de ellos, con intensa actividad en las redes sociales, llevaban muchos meses escrutando cada movimiento de la directiva y reclamando una renovación total de la corporación que incluyera elecciones para desalojar a un presidente que acumula más de veinte años en el cargo.
Además, el proceso se produjo con una velocidad inusitada. El pasado 8 de enero, los máximos responsables colegiales declararon a los medios de comunicación y a los colegiados reunidos en una tensa asamblea que celebrar elecciones "momentáneamente no toca, cuando toque se harán". Sin embargo, sólo ocho días después, el 16 de enero, la nueva junta de gobierno tomaba posesión, según un escrito difundido mucho más tarde -el pasado jueves, 31 de marzo- por el presidente colegial, Emilio Losa García, y por la presidenta de la corporación, Felisa Pérez Satué.
"La mayor transparencia"
Ningún responsable del colegio ha querido dar detalles sobre el proceso electoral. Se han limitado a argumentar que se desarrolló "con la mayor transparencia" y que "no es responsabilidad del colegio que la Asociación Enfermería de Asturias no se haya enterado de la convocatoria, que fue difundida según las directrices de los estatutos colegiales".
La mencionada Asociación Enfermería de Asturias (AEA) aglutina a los profesionales disidentes, aquellos que llevaron a Losa a los tribunales y propiciaron que sea imputado por una presunta apropiación indebida en la gestión de los fondos del colegio, que proceden de las cuotas de los aproximadamente 6.000 colegiados que lo integran.
En esta batalla, a los profesionales discrepantes se les ha sumado como aliado el sindicato Usipa. Ambas organizaciones tachan de "ilegal" lo que denominan una "autoproclamación" de la nueva junta de gobierno, y se han comprometido a llevar el caso a los tribunales, ya sea por lo que consideran "claras irregularidades" del proceso electoral, ya sea por la posible falsedad documental que podría haber llevado a la directiva a enfermeros que no dieron su autorización.
Ante la incandescencia que ha alcanzado esta situación, LA NUEVA ESPAÑA remitió en la mañana de ayer una serie de preguntas al presidente colegial sobre los detalles del proceso electoral. Las preguntas eran elementales: ¿Cuándo se convocaron las elecciones? ¿Cuántas candidaturas concurrieron? ¿Cuál fue el resultado? ¿Cómo, cuándo y dónde se publicitó esta última convocatoria? ¿Qué plazos se otorgaron? ¿Cuándo se celebraron las elecciones?
Unas horas más tarde, Losa respondió con un escrito en el que no aporta dato alguno relativo a las fechas o las cifras solicitadas. En su respuesta se remite a un comunicado difundido por el colegio el pasado viernes, como réplica a las acusaciones de la Asociación Enfermería de Asturias y de Usipa, y agrega: "Las elecciones se celebraron cumpliendo cada uno de los artículos de los estatutos del colegio, así como los plazos; y la convocatoria fue difundida según lo estipulado por la norma que rige al Colegio de Enfermería de Asturias".
Añade Emilio Losa que, "una vez tomada posesión la nueva junta de gobierno, se informó en los plazos que señalan los estatutos al Principado y al Consejo General de Enfermería".
