A los comerciantes de la calle Uría afectados por el fuego que acabó con el edificio del número 58 el pasado 7 de abril no les faltará ayuda. Así se desprende del compromiso que ayer expresó el concejal de Economía, Rubén Rosón, durante la celebración de la "preba" de la sidra en la calle Gascona. "Estamos estudiando varias posibilidades y una de ellas podría ser la creación de una línea de crédito para estos comerciantes", como ellos mismos habían sugerido al Ayuntamiento durante un encuentro que mantuvieron para expresarle sus preocupaciones. No obstante, el concejal apeló a la prudencia. "Hay abierta una investigación, y no podemos adelantarnos al peritaje de las aseguradoras, del Ayuntamiento y de las propias empresas implicadas", matizó el concejal, que incluso fijó prioridades. Lo primero para el concejal es "resolver qué ha pasado, garantizar la seguridad de toda la zona, y después paliar las carencias y deficiencias con todo lo que esté en nuestra mano".

Además de los afectados directamente en los inmuebles que se vinieron abajo a causa del fuego -los números 58 de Uría y el 25 de Melquíades Álvarez-, son varios los comerciantes que no han podido abrir aún sus puertas en los edificios colindantes. "Nos hemos reunido con todos los afectados y les vamos a poner todo lo que esté en nuestras manos para que las consecuencias sean cada vez menores", y también para "resolver las causas de la muerte de un compañero", explico respecto al fallecimiento del bombero Eloy Palacio.

"Análisis simplista" de C's

Rosón, además, tachó de "análisis simplista" las acusaciones del edil de Ciudadanos Luis Zaragoza, que el pasado sábado afirmaba que el Consistorio no está ayudando a los comerciantes afectados por el siniestro porque "son sospechosos de ser ricos".