Que le consideren una de las mejores voces del rock en español no es algo que le quite el sueño a Carlos Tarque (Santiago de Chile, 1969). "Me da un poco igual, no es una cosa que me preocupe. Creo que sirvo para cantar, me gusta y me lo paso muy bien. Y eso se nota", afirma. La cara más visible de la banda murciana "M Clan", que mantiene activa desde el 1993 junto al guitarrista Ricardo Ruipérez, no es muy amiga de mezclar sus opiniones con su trabajo. Habla de todo sin tapujos, pero en un momento dado pide "por favor, que esto no sea el titular". Justo cuando tocó asuntos polítcos. "Hablo durante una hora de mil cosas, hay dos preguntas de política y siempre me lo ponen en el encabezado. Parece que estoy todo siempre con lo mismo y es justo lo contrario. Nunca hemos sido un grupo politizado ni buscamos eso". Y tiene razón. Hablar con Tarque de otra cosa que no sea música es un delito, porque es una leyenda viva del rock en español. "Para mí la música es una necesidad vital, algo que hago desde los 13 años y de lo que no me quiero ni puedo desengancharme".

"M Clan" visita Oviedo pasado mañana (21 horas, Espacio Estilo) con su gira "Mahou Desarmados", un concierto acústico como punto de partida para el próximo disco que empezarán a mezclar y grabar en Nashville (EE. UU.) en mayo.

-"Desarmados", muy explícito para una gira acústica.

-Estamos encantados porque está funcionando muy bien. Nunca habíanos hecho un show entero tan acústico y tan a pelo. Se llama desarmados pero tenemos las mejores armas que son nuestras canciones, la guitarra y la voz.

-¿Qué tiene de especial ponerse ante el público sin escudo?

-Tienes la sensación de estar haciendo algo muy puro, sin artificios. La canción que sobrevive a eso es que algo tiene que tener. Desde los medios, las radios y las listas se lanzan mensajes para llevar al público al borreguismo, pero la gente sabe lo que quiere, lo que le gusta y lo que es bueno.

-¿Recomendaría a todas las bandas probar el acústico?

-No soy muy de recomendar y dar consejos. Para nosotros es una forma de tocar nuestras propias canciones desde diferentes puntos y conocerlas mejor. Es como un juego de mover, deformar y deconstruir para volver a construir, un muy buen ejercicio para seguir avanzando.

-Han agotado entradas en Madrid, en Granada, en Málaga, en Bilbao? Después de más de 20 años de carrera, ¿qué les mantiene ahí?

-No sé qué, pero ¿algo tendremos, no? Creo que lo que hacemos no lo hacemos mal y tenemos entusiasmo.

-¿El público les sigue pidiendo los grandes éxitos o está superada la época "Carolina", "Llamando a la tierra" o "Sopa fría"?

-Tenemos un montón de canciones que se conocen bastante, pero los que son muy fans saben que las más famosas no son las más importantes. Pero lo de superar una época parece como algo crítico o negativo, y es super positivo que todo el mundo conozca tus canciones. ¿Qué tiene de malo que toda España conozca "Carolina"? Seguimos tocándola, haciendo diferentes versiones y no es algo que nos cueste trabajo hacer.

-¿Qué se va a encontrar el público de Oviedo en el concierto del jueves?

-A unos músicos haciendo sus canciones de una forma muy íntima, social y pura. Y una colección de canciones de las que hasta los menos fans van a conocer la mayoría.

-¿Cómo se decide un 'set list' para un concierto así con tanto volumen de canciones?

-Buscamos una dinámica para que el show no caiga en ningún momento. Recuperamos canciones antiguas que no tocábamos mucho, temas clásicos y alguna versión. Una hora y 50 minutos con guitarra y voz que está dejando al público sorprendido.

-Asturias siempre está en sus giras, ¿qué les da esta tierra?

-Asturias es un punto importante para la música, de tradición. Ya en nuestros primeros años hacíamos muchos conciertos por las Cuencas, nos sentimos muy bien ahí.

-Empezaron con M Clan en los 90, ¿cómo ha cambiado la música en estos años?

-El gran cambio es internet. En los 90 existía, pero estaba empezando. Tiene su lado bueno, por ejemplo que la gente te pueda ver desde cualquier parte del mundo, pero la industria musical ha caído mucho. El reto está en analizar todo y ver cómo seguir vendiendo música, porque hacerla tiene unos costes que hay que pagar y de lo que la gente a veces se olvida. No lo puedes regalar. Pero los grupos siguen estando, lo bueno perdura, en eso no es tan diferente.

-Ustedes perduran.

-Estamos en otra galaxia. En España o no eres nadie o eres muy famoso. A nivel social, la figura del músico sigue siendo como una especie de sueño, un paria o un mito. Estaría bien que fuera más normal, más común, que no fuera tan raro o tan exclusivo. Que en todos los bares se escuchara música en directo, en las calles... al final la música es algo cotidiano, que gusta al 90% de la población.

-¿Qué tal la fama?

-Estoy encantado con la gente. Pero a veces me resulta un rollo, sobre todo en los últimos tiempos, que todo el mundo lleva una cámara de fotos encima. Incluso gente que no te admira te pide una foto y a veces eso te obliga a huir por la puerta de atrás. No me quiero quejar, pero yo quiero cantar, no hacerme fotos. Antes había 100 personas en un concierto y una cámara, ahora hay 100 personas y 120 cámaras. Lo de la intimidad se ha vuelto un tema complicado. Todo el mundo te graba o te fotografía estés donde estés. Una cosa es el derecho a la información y otro vulnerar la privacidad de una persona. Hay compañeros de la música que lo están pasando realmente mal por eso. Y alguna gente dice: es el precio a pagar. Pues no, yo soy cantantante, no tengo que pagar un precio por ello.

-Siempre han renegado de la politización de la música, por qué?

-Porque nosotros hacemos música para llegar al corazón de la gente, no para hacer política con ella. A veces te salen mensajes o frases por un estado de ánimo concreto o una idea, pero el objetivo de nuestras canciones no es lanzar un mensaje político. Además la política está por todas partes y es todo tan cansino que está bien aislarse.

-"La mentira está escrita en los periódicos de mañana". Lo decían antes de la crisis, ¿lo sigue pensando?

-Los medios tienen una tendencia porque el poder está en el que está detrás y paga. Aunque seguro que hay medios independientes. Yo no leo el periódico todos los días, pero cuando lo hago leo varios.

-¿Qué opina de los que dicen que toda la cultura está politizada?

-La política no es un partido, es la vida. Es la forma de vivir en sociedad, y la cultura está ahí. El problema es cuando se usa la cultura para unos intereses o para manipular ciertas cosas. La cultura tiene que ser por y para la gente. El objetivo tiene que ser que dentro de 200 años se sepa cómo era este pueblo y cuál era nuestra identidad.

-Regresan el 20 de mayo a Nashville para grabar su nuevo disco, ¿qué traerá de nuevo?

-Será un disco muy acústico, con una orientación bastante folk y country que hace años que queríamos hacer. Tendrá un sonido más íntimo y tranquilo, un disco para escuchar en casa o conduciendo. Nashville es la cuna de esta música y grabaremos con músicos americanos. Será algo nuevo, con otra orientación.

-Algo que pueda contar de las letras?

-Bien, gracias (risas). Hablan de mil cosas. Amor, desamor, esperanza, viaje y poesía.

-Y luego, ¿gira otra vez?

-Estaremos allí hasta el 12 de junio. En verano haremos alguna cosa suelta y después una gira de teatros, siguiendo la sonoridad del disco. Pero son solo planes porque hasta que esté hecho no sabemos lo que nos va a pedir para sacarle partido.

-"M Clan" y directo son sinónimos?

-Cualquier banda nace para tocar en directo, todo lo demás son excusas para poder hacerlo. Por eso son cosas inseparables.