Después de recorrer 3.800.000 kilómetros y con 60 años de experiencia al volante, Gumersindo Rodríguez, un vecino de Oviedo de 79 años, era un conductor ejemplar al que nunca habían impuesto una multa de tráfico, de lo que se enorgullece. Conservaba intactos todos sus puntos del carné, más las propinas por ser un conductor modelo, hasta que un semáforo "fotorrojo" de Oviedo lo cambió todo. Al cumplirse dos años de aquella sanción, y tras el pago de la multa correspondiente, ahora mantiene una pugna con el Ayuntamiento de Oviedo para -como marca la ley- poder recuperar los puntos perdidos. "No me los quieren devolver, es un secuestro", denuncia.
Gumersindo Rodríguez perdió cuatro puntos del carné de conducir en el semáforo "fotorrojo" de la avenida de Santander en enero de 2014. "Venía un coche encima y si paro me lleva, así que pasé en ámbar", se justifica para explicar la situación que le llevó a la imposición de una multa de 200 euros (100 con el sistema del "pronto pago") y la retirada de los 4 puntos. Según las estadísticas, una media de 40 conductores al día son cazados por este dispositivo.
Cuando le notificaron la sanción Gumersindo pagó la multa y le retiraron los puntos. Se da la circunstancia de que en esas fechas le llegó "otra receta" de un radar que le pilló "bajando" el Huerna, y que supuso la retirada de otros 2 puntos. El avezado conductor decidió pisar el freno y conducir con más cautela para no verse en otra. Así que durante los dos años siguientes -asegura que coge el coche a diario y que viaja todas las semanas a Madrid- no hubo más multas por exceso de velocidad o por saltarse semáforos. Todo en orden.
Al cumplirse los dos años sin cometer infracciones, el plazo que fija la ley para poder recuperar los puntos- Gumersindo se dirigió a las oficinas de la Dirección General de Tráfico en Oviedo. Allí le comunicaron que había un problema, que la fecha que figura en la documentación emitida por la Policía Local no se corresponde con la del pago de la multa, que hay un error, y que no pueden devolverle sus puntos. Ni esos, ni los anteriores que perdió en el Huerna. "Me dicen que lo tiene que autorizar el Ayuntamiento de Oviedo", asegura este conductor ovetense. Le recomiendan que acuda a la Policía Local para arreglarlo, pero, según su versión, no le ofrecen más solución que esperar otros dos meses más hasta que se cumplan la fecha errónea que figura en su expediente. "Es una tomadura de pelo, si en estos dos meses, tengo la mala suerte de cometer una infracción y pierdo los puntos que me quedan yo seré el único responsable. Necesito el coche para trabajar y para vivir, me muevo mucho. Tienen 6 puntos de mi carné secuestrados por un error que no es mío, y nadie me ofrece una solución. Yo soy el primer extrañado", explica, mientras se encoge de hombros resignado. Sabe que solo le queda el "derecho al pataleo" pero quiere que su historia se conozca porque la situación le parece "totalmente injusta".
