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Colegio de Tudela Veguín

Tudela Veguín, una escuela a lo grande

El centro mantiene unas instalaciones y recursos pensados para acoger a 200 alumnos, como en los buenos tiempos, aunque la matrícula actual es de 39

La clase de Infantil de 5 años.

Unas instalaciones de lujo y un abanico de programas educativos complementarios están al alcance de unos pocos en Tudela Veguín. El colegio de la localidad, vinculado a la cementera de los Masaveu, tuvo en sus buenos tiempos alrededor de doscientos alumnos. La mejora de las comunicaciones y la proximidad de grades urbes como La Felguera y Oviedo (a 10 y 15 minutos de distancia) han dejado la matrícula del centro en 39 alumnos, sin mucha esperanza de crecimiento porque, por ejemplo, para el próximo año solo están previstas dos nuevas matrículas de niños de 3 años.

De las instalaciones de lujo y el esplendor de los buenos tiempos dan cuenta elementos muy extraños en la mayoría de los colegios. Y es que en Tudela Veguín cuentan, por ejemplo, con un "tatami" para practicar judo, un gran piano en el aula de música, un ordenador por alumno en la clase de informática, dos patios cubiertos (uno para Infantil y otro para Primaria), y dos canchas polideportivas. Por no hablar del suelo de corcho para evitar caídas y aportar calidez en las aulas de infantil. "El colegio está de lujo y nos da mucha pena verlo tan vacío", explica José Manuel Otero Antuña, el director desde hace ocho años. Aunque el incremento de alumnos no tiene fácil solución. En el centro han hecho un estudio y de las familias con niños que les correspondería estudiar en el centro tan solo hay ocho que acuden a otros centros.

En total son nueve los docentes que se encargan de la educación de los escolares del colegio, además de los docentes que imparten alguna especialidad. Por ejemplo, el centro dispone de una maestra para religión católica y otra para religión evangélica, para atender a los alumnos de etnia gitana. Y es que otro de los problemas añadidos, además del escaso número de alumnos, es el riesgo de que el colegio pueda convertirse en un gueto, al contar con una elevada matrícula (aproximadamente la mitad) de niños procedentes de los bloques de Anieves.

El trabajo de los profesionales del centro excede en ocasiones el del maestro, y el contacto con las familias es permanente para mejorar todos los aspectos relacionados con la educación de los niños. Y esta labor, por invisible, no cuenta siempre con el reconocimiento que debería. Así, uno de los proyectos de los que el colegio de Tudela Veguín está más orgulloso es el denominado "Espacios de participación", un programa pilotado por la Consejería de Educación dedicado a las familias de los escolares, que ha contado con la participación de un 30 por ciento de ellas, una cifra que Otero considera "todo un éxito". Durante varias sesiones, con la ayuda de los profesionales adecuados, trabajaron aspectos como la corresponsabilidad en las tareas, el ocio activo y tipos de familias.

Existen otros muchos programas financiados por la Consejería de Educación, pero también por el Ayuntamiento de Oviedo. Por ejemplo, estos días los niños van a nadar dos veces por semana de manera gratuita y con dos monitores a las piscinas del Parque del Oeste. El colegio también está implicado en un proyecto de educación vial, de apicultura, de instrumentos musicales y de cuentacuentos.

Además, en el centro se apunta a las charlas sobre ciberacoso o bandas juveniles que imparte la Guardia Civil y mantiene activo un programa de intercambio de libros de texto que sirve para que ahorren las familias, entre otros muchos. En definitiva, que a los escolares de Tudela Veguín no les falta de nada. La próxima actividad del centro será un campeonato de fútbol sala, los días 16 y 17 de mayo, en una actividad compartida con la asociación de vecinos de Tudela Veguín.

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