Los artistas lo saben, pero lo han vuelto a confirmar: funcionan mejor juntos que por separado. Los quince participantes en el primer mercado nocturno creativo de Asturias, organizado por la artista Marta Fermín en su espacio Decero, sólo piensan en repetir.
"El arte tiene que moverse, como sea, y ésta es una forma estupenda", asegura la creativa italiana Daniela Zanzoni. Sus platos de loza pintada a mano dejan boquiabiertos a los centenares de visitantes. "Todos nos dicen que sus platos son una maravilla y que mis esculturas son preciosas, aunque lo de vender es otra cosa. Pero aunque vender es importante, lo es casi tanto que la gente salga de casa por el arte", añade Purificación Trabanco. Ella ha preparado para este mercado unas piezas de hierro manejable y gres trabajadas con pigmentos de color que no dejan indiferente a nadie. Al pasear por las tres estancias que conforman la cita, uno se da cuenta de las ganas que hay en Oviedo de cosas distintas; además de por la cantidad de asistentes, por la variedad de creaciones y actividades que componían el mercado. Mientras se desarrollaba una "jam session" de poesía, la artista Klara Konkoly-Thege realizaba retratos "menos realistas de lo habitual", explica. El ovetense Ángel Gutiérrez Encinas ofrece una muestra de sus pinturas con tinta sobre papel o azulejo, "sólo existe este espacio en Asturias para hacer algo diferente". Rocío Delgado explica la historia de sus muñecos personalizados, bautizados como "Miniyos", y Guillermo Cima alegra el estómago de los asistentes con sus productos gourmet de Kocima. Una mezcla de artes que demuestra que la unión hace la fuerza.
