El concejal de Seguridad Ciudadana en Oviedo, Ricardo Fernádez (PSOE), ordenó a primera hora de la mañana de ayer la apertura de una investigación interna en la Policía Local para esclarecer la cadena de errores que llevó a la utilización de un etilómetro caducado en, al menos, tres atestados de alcoholemia con delito contra la seguridad del tráfico. Tres conductores fueron detenidos y los atestados remitidos al Juzgado de instrucción número 2 sin que nadie detectara el error, que podría traer consecuencias legales al Ayuntamiento de Oviedo. "He ordenado abrir una investigación para esclarecer estos hechos y las responsabilidades que conlleven", indicó ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, tras tener conocimiento de los hechos gracias a la información que adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA.
La investigación interna encargada por el responsable del área de Seguridad Ciudadana implica que se tome declaración a todos los agentes y a todos los mandos relacionados con el etilómetro caducado y con los atestados instruidos. Además, según ha podido saber este diario, desde el área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento se ha encargado también un informe para saber si durante los días en los que se utilizó el aparato de forma no reglamentaria, se tramitaron también alcoholemias administrativas, aquellas en las que el conductor supera la tasa permitida de 0,25 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, sin alcanzar la tasa de 0,60, que ya supone un delito contra la seguridad del tráfico. También ayer mismo se dio orden de comunicar los hechos al Juzgado de instrucción número 2 de Oviedo, que dirige la magistrada Simonet Quelle Coto, para que actúe en consecuencia.
Uno de los modelos del que disponen los agentes de la Policía Local en Oviedo, en concreto el "Alcotest 7110" con número de serie ARYB-0031, caducó el pasado 6 de mayo y aún así continuó utilizándose, de manera que tres conductores fueron arrestados en la madrugada del día 8 de mayo. Los etilómetros tienen que pasar unos controles una vez al año para ser calibrados en el Centro Español de Metrología, que devuelve los etilómetros con el certificado en regla por un año al departamento policial que utiliza el aparato.
Las alcoholemias
La primera de las tres alcoholemias irregulares fue registrada a las 1.18 horas del pasado 8 de mayo en un semáforo en la intersección entre las calles Manuel del Fresno y Vázquez de Mella. Hubo una discusión previa entre dos personas y una de ellas llamó a la Policía Local para alertar de que la otra persona estaba conduciendo el coche borracho. Los agentes le dieron alcance y le practicaron la prueba de alcoholemia. El resultado fue de 0,96 miligramos de alcohol por litro de aire espirado y 1,00 en la segunda prueba. Un resultado que cuadriplica la tasa permitida.
El segundo atestado se instruyó a las 2.15 horas del mismo día, en la intersección de las calles Río Nalón y Río Ibias. Un conductor que arrojó una tasa de alcohol de 0,35 y 0,34 se llevó por delante varios coches que estaban estacionados en la vía. Por último, el etilómetro caducado se utilizó en un accidente de tráfico que tuvo lugar a las 6.28 horas del 8 de mayo a la altura del número 72 de La Tenderina. Un Audi A3 y un camión Iveco sufrieron un choque por alcance y el conductor del turismo arrojó una tasa positiva de alcohol de 0,85 y 0,90 miligramos de alcohol por litro de sangre espirado.
El grupo municipal de Ciudadanos ha investigado a fondo el caso, comprobando, según han trasladado, la veracidad de los hechos en todos sus extremos. Han anunciado una batería de preguntas en la próxima comisión de Seguridad Ciudadana.
