"Conrad decía que el autor sólo escribe la mitad del libro y el Quijote es el mejor ejemplo de las mayores oscilaciones interpretativas a lo largo de los siglos; nacida la obra de Cervantes como sátira de la novela de caballerías, fue una novela popular no introducida en el canon de los grandes, pero a través de Alemania nos es devuelta a España como una obra genial y de profundidad filosófica". Tal itinerario descriptivo fue la espina dorsal de la conferencia "La interpretación romántica del Quijote", que ayer dictó la profesora Carmen Rivero en un acto del Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA organizado en colaboración con Tribuna Ciudadana y dentro del ciclo "400 años con Cervantes". Emilio Martínez Mata, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Oviedo, introdujo a la interviniente como "uno de los mejores frutos" del alma mater ovetense, ya que, mediante una beca Erasmus asumió "algo que los cervantistas alemanes no se atrevieron a hacer cuando se lo solicité", es decir, investigar la recepción teutona del Quijote. Sin embargo Carmen Rivero obtuvo de ese trabajo su tesis doctoral europea y en el presente es "profesora en el departamento de Filología Románica de la Universidad de Münster (Alemania), y ha sido investigadora invitada en Stanford, París y Macao (China)".

Su trabajo "sobre la recepción e interpretación del Quijote en el siglo XVIII fue galardonada en 2009 con el premio internacional de investigación José María Casasayas y en el 2010 con el premio extraordinario de doctorado de la Universidad de Oviedo", agregó Martínez Mata. En su conferencia, Rivero describió cómo aquella sátira inicial contra las novelas de caballería "se extrapoló en Alemania a toda la nación española", y la prueba más contundente de ello fue la obra de teatro compuesta "en 1613 con motivo de los esponsales de Federico V e Isabel Estuardo". El Quijote llevado a aquellas tablas resultará "ridículo, desafiante y presuntuoso", y con el trasfondo de "la representación negativa que los protestantes hacían de España y de su Leyenda Negra".

Pero, pasado el tiempo, "la obra de Cervantes dejará de ser vista en su dimensión satírica" y adquirirá una "profundización filosófica en Alemania", justo después de que "España haya dejado de ser un país hegemónico en Europa" y comience a ser observado bajo el prisma de la "idealización romántica".