"Me comprometí con el Papa a trasladar a los médicos asturianos su mensaje sobre el relevante papel de los médicos en la sociedad y sobre la importancia de la compasión, que en nuestro caso consiste en 'padecer con' el paciente, ayudándole y aliviando su sufrimiento". Así se manifestó ayer el presidente del Colegio de Médicos de Asturias después de participar en el Vaticano en una audiencia de médicos con el Papa Francisco, en el marco de la cual pudo departir unos momentos con el Pontífice.

De lo que pudo verle y escucharle en el encuentro celebrado el pasado jueves, el doctor Braña extrajo la conclusión de que "es una persona que transmite afabilidad y proximidad, muy cercano al problema humano y con mucha inteligencia emocional". El presidente de los médicos asturianos transmitió a Francisco que una de las ideas que más le gustó del discurso papal es que, si bien la asepsia, la higiene total, es necesaria desde el punto de vista técnico en la profesión médica, en el plano humano de la relación médico-paciente "debe imperar la actitud opuesta: la implicación con el enfermo, involucrarse en sus padecimientos, la empatía". "Me respondió que, en efecto, eso es fundamental en nuestro colectivo".

El encuentro en el que participó Alejandro Braña se desarrolló en la Sala Clementina. El Papa recibió a una representación de los médicos españoles y latinoamericanos, integrada por el Consejo General de Colegios de Médicos, el Foro de la Profesión Médica y la Confederación Latino-iberoamericana de Organizaciones Médicas. Los facultativos le hicieron entrega de una Carta de Identidad y Principios de la Profesión que, expresa, entre otros, el compromiso incondicional de "atender, sin discriminación de ninguna naturaleza, a las necesidades de salud de los pacientes en todos sus determinantes biológicos, psicológicos, espirituales y sociales, con los valores de la mejor ética médica, el humanismo asistencial y las competencias profesionales más apropiadas".