Alfredo Martínez Hernández se proclamó ayer ganador del Premio Internacional "Hipócrates" 2016 con un trabajo de investigación que demuestra, según sus propias palabras, que "el consumo de yogur en general está relacionado con un menor peso corporal y ayuda a revertir la obesidad". La distinción, que otorga la Fundación Real Academia de Medicina del Principado y Central Lechera Asturiana (CLAS), le será entregada en un acto que está previsto celebrar el próximo 9 de noviembre en Oviedo.

El jurado del certamen, constituido por Alfonso López Muñiz, Juan López Arranz, Santiago García Granda, Alejandro Braña, José Paz Jiménez, Carlos Hernández Lahoz, Julio Bobes, Marta Hernández y Jaime Martínez, destacó el trabajo de Martínez sobre el resto por su "interés actual en la prevención de las patologías cardiovasculares". La decisión del jurado fue adoptada por unanimidad y su presidente, Julio Bobes, destacó también la "aplicabilidad clínica inmediata" de las observaciones del catedrático de Nutrición de la Universidad de Navarra.

El vínculo entre el yogur y la reducción de la obesidad está relacionado probablemente, según el responsable de la investigación, con "el calcio de la leche, que podría ayudar a que la absorción de la grasa sea menor; con la vitamina D, que podría ayudar a perder peso; o con los probióticos que contiene, que pueden cambiar la ecología intestinal y reducir la absorción de los macronutrientes".

No obstante, Alfredo Martínez advierte de que nadie debe llamarse a engaño: los yogures tienen ese efecto en el marco de una dieta saludable y adecuada y de otros hábitos de vida. O sea, que lo dicho no da pie a "hablar de la dieta del yogur".

Martínez es soriano y ayer, tras conocer el fallo del "Hipócrates", se manifestó "muy honrado" por los reconocimientos que le llegan del Principado. El de ayer no ha sido el único. Anteriormente recibió el Dupont y el de la Cofradía del Colesterol de Avilés. El grupo de investigación que dirige está centrado, según refiere, "en investigar el papel de los distintos alimentos en la regulación de la grasa". Admite, sobre lo saludable de la leche, "que hay cierto debate, pero salvo para las personas que tienen intolerancia a la lactosa o alergia a la proteína de la leche, para el resto es muy adecuada". Es más, sostiene que "los yogures pueden formar parte de la futura alimentación de precisión", que estará personalizada atendiendo a las singularidades de cada persona.