¿Se imaginan ustedes, por poner un ejemplo, que las autoridades francesas, alemanas o norteamericanas permitieran el deterioro de la Torre Eiffel, de la Puerta de Brandenburgo o de la Estatua de la Libertad? ¿Cuánto duraría en el puesto cada uno de los responsables de su mantenimiento? ¿Días, horas, minutos? Pues, en nuestra querida Asturias tenemos un icono al que, aunque en estos últimos tiempos se le esta prestando más atención, no recibe ni el cuidado ni el cariño adecuado para su categoría.
¡No, ni lo piensen! Aunque bien lo merece, no voy a mencionar el Arca Santa y su restauración ¡Otro día será! Hablo del Camino de Santiago; en este caso concreto del Primitivo. Precisando aún más, de la iglesia de Peñaflor, parte integrante de él, que está a punto de derrumbarse.
Como bien saben, a lo largo de los siglos, en torno a las rutas jacobeas, se fue creando un tejido asistencial que llegó a cubrir las necesidades corporales y espirituales de los peregrinos. En el sentido material se fueron levantando hospitales, albergues y mesones que proporcionaron abrigo, descanso y manutención a los viajeros. Asimismo, como había que procurar la salvación de las almas, también se fueron levantando monasterios, iglesias, capillas y ermitas.
En este aspecto, el Camino de las Estrellas, con el sobresaliente flujo de romeros que se dirigían a Santiago tras visitar al Señor, más los peregrinos que llegaban de Europa a través del Francés, nos puso en contacto con las diferentes corrientes arquitectónicas, ya que también se iban incorporando arquitectos, maestros constructores y canteros.
En este caso, para no salirme del guión -la iglesia de San Juan Bautista de Peñaflor es de origen románico-nos ocuparemos nada más que de este estilo, que mantiene abundantes muestras en el itinerario asturiano. Si bien, ingenuo de mí, opino que no por muchas que haya debemos dejarlas caer. A lo largo de la ruta se pueden reseñar desde la Torre Vieja de San Salvador de Oviedo hasta San Salvador de Grandas de Salime, pasando por la citada de Peñaflor, San Salvador de Cornellana, San Pedro y San Francisco de Tineo, Santa María de Obona, San Miguel de Bárcena y, cercana a Pola de Allande, Santa María de Celón.
Hace más de un año, en LA NUEVA ESPAÑA del día 14/II/2015, publiqué un escrito denunciando el estado de ruina de la iglesia de Peñaflor. Entre otras cosas, decía: "Por lo que se ve, nuestra generación tiene el dudoso honor de dejarla caer. Contemplar por el exterior su estructura en ruinas causa honda tristeza. El tejado, tras la espadaña, luce un enorme boquete por el que penetra el agua sin trabas; las maltrechas paredes, cargadas de humedad. En la portada románica, el arco de medio punto completamente deteriorado. No se les ocurra entrar porque se juegan la vida, la iglesia está a punto de venirse abajo; no hay más que apreciar, a los pies, que el maderamen del techo y las tejas se encuentran desplomadas sobre lo que queda del coro, completamente desvencijado. El arco de triunfo, los capiteles y las columnitas cinceladas están desaparecidos tras una nefasta intervención. Qué les puedo decir de presbiterio y bóveda. La sacristía es un autentico estercolero, da terror entrar en ella. Está claro que, lo poco que queda, pronto serán escombros; se trata de ahora o nunca porque ya no habrá otra oportunidad. Difícilmente soportará otro invierno si de inmediato no se repara la techumbre". Tras otro año de incuria no es que todo continúe igual, ¡No! Como es lógico, su estado, ha empeorado.
No sé, ni me importa, quién tiene la obligación de mantener el edificio en buen estado de conservación. ¿Principado, Ayuntamiento de Grado, la Iglesia? En el BOPA nº 282 7/XII/2010 se puede leer lo siguiente: "El Ayuntamiento de Grado velará por el adecuado cumplimiento del mandato legal de la preservación y conservación de los bienes integrantes del patrimonio cultural (?). Quedan incluidos dentro de los elementos de interés arqueológico del casco histórico de Grado, Núcleo Rural de Peñaflor, cualquier área recogida por la Carta Arqueológica del Principado de Asturias, entre ellas iglesias, capillas, ermitas y otras".
Si la conservación consiste en dejarlas caer, ¡Vive Dios que lo ejecutan a la perfección! Buena muestra es la casa rectoral que se alzaba a su vera. No ha soportado el invierno: se ha hundido. Se trataba de un hermoso edificio incluido en el catálogo y, a pesar de ello, no han sido capaces de evitar su destrucción.
Pues, por lo que se ve, para que se le preste atención y respeto no es suficiente que el templo con derecho de asilo de San Juan Bautista de Peñaflor haya mantenido su fábrica en pie desde la Edad Media, resistiendo tremendos envites del río Nalón y feroces batallas durante las guerras de Independencia y Civil. Que, además, haya sido un importante lugar de comunicación en el que también existió un hospital de peregrinos, con un equipaje ahíto de razones históricas, artísticas y literarias para que el ente que le corresponda, ¿Principado, Ayuntamiento de Grado, Iglesia?, o los tres a la vez, evite su hundimiento.
Más que nada porque tienen obligación moral de salvaguardarlo en pie y en perfecto estado, para que cada vez que un peregrino pase por Peñaflor no tengamos que avergonzarnos de nuestra desidia. De nada sirve que a ambos lados del "Camino" exista un reglamento de protección, sin duda, de todo punto imprescindible, si dejamos desplomarse notables monumentos.
Allí continuó hasta el mes de diciembre siguiente, fecha en que un nuevo traslado la llevó hasta la iglesia de San Tirso el Real de Oviedo. Y allí permaneció hasta el 24 de junio de 1915, fecha en la que tuvo lugar la inauguración del actual templo parroquial.
Cronológicamente, la parroquia de San Juan el Real es la segunda más antigua de la ciudad, precedida de San Tirso, en la plaza de Alfonso II el Casto, y seguida de San Isidoro, en la plaza de la Constitución. Entre sus servicios parroquiales, destacan la adoración nocturna, reuniones de Alcohólicos Anónimos, del grupo "Juntos Podemos" de Comedores Compulsivos y de Jugadores Anónimos de Asturias, entre otros, además de la Asociación Cristiana de Viudas "Principado de Asturias", grupos de pastoral sanitaria, catequesis, Cáritas Parroquial, talleres de manualidades benéficos, grupos de oración y la Hermandad de Jesús Cautivo.
