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FERNANDO CASTRO | Letrado, acaba de recibir la Medalla al Mérito del Ilustre Colegio de Abogados de Oviedo

"Está claro que el PP podría ser tratado como banda organizada"

"Espero que alguna vez nos expliquen en qué se ha gastado el dinero de las tasas, porque en jueces y Juzgados no"

Fernando Castro, en su despacho, durante la entrevista. MIKI LÓPEZ

Fernando Castro González (Oviedo, 1957) es actualmente el jefe del área jurídica en la Confederación Hidrográfica del Cantábrico y acaba de recibir la Medalla al Mérito que otorga el Ilustre Colegio de Abogados de Oviedo. Lleva 35 años en una profesión que nunca había previsto ejercer hasta que un profesor del instituto vio en él madera de letrado. A lo largo de su carrera siempre estuvo metido en pleitos del tipo contencioso-administrativo, no en vano "empecé con Sosa Wagner y Bocanegra y allí siempre se trabajaban esos casos".

-¿Cómo se recibe una Medalla al Mérito que le conceden sus propios compañeros de profesión?

-Con mucho orgullo, aunque uno siempre se pregunta si ha hecho los suficientes méritos como para la medalla. No obstante, si lo pienso, después de tantos años de carrera, quizá algún mérito sí que he tenido. A mí, desde luego, me ha encantado recibirla.

-Sus colegas creen que uno de los mayores ha sido la puesta en marcha del Centro de Estudios Jurídicos del Colegio de Abogados.

-Es lo último en lo que he estado metido en mi vida colegial. Se fundó cuando Enrique Valdés estaba de presidente del Colegio. Pensaron en mí para dirigirla y me tocó ese papel.

-¿Y qué supuso su creación para los abogados asturianos?

-En el Colegio siempre hubo inquietud por el tema de la formación, porque siempre entendimos que era algo absolutamente necesario. Es más, en todas las campañas electorales colegiales se decía lo mismo, todas las candidaturas hablaban de lo importante que es la formación, pero nunca se había hecho. Nosotros nos lo tomamos en serio y conseguimos sacarlo adelante.

-Lleva usted 35 años de carrera, ¿podría resumir cómo ha cambiado la profesión en este tiempo?

-En muchísimas cosas. Cuando yo empecé había muchos menos abogados, una cuarta parte. Pero sin duda, el mayor cambio llegó con las nuevas tecnologías, ha sido brutal. Por simplificar, ahora los papeles son archivos informáticos, ya no hay papel y hemos tenido que aprender muchas cosas para acostumbrarnos. No obstante ha sido bueno para nosotros.

-Pues menudos líos se montaron en los Juzgados con el sistema Lexnet.

-Como con todo lo bueno, pero está claro que las cosas van por ese camino y hay que amoldarse. Uno ya no puede bajarse de este carro.

-¿Cree que las nuevas tecnologías afectarán a los procuradores?

-Ni mucho menos. La figura del procurador es imprescindible. La representación del ciudadano compete a los procuradores. Yo no sabría llevar un pleito sin procurador. En toda mi carrera nunca lo he hecho.

-¿Hacen falta más jueces?

-Siempre hacen falta más jueces. En Asturias quizá haya suficientes para cubrir, pero la baja de uno te paraliza un Juzgado durante mucho tiempo y hay Juzgados que están totalmente bloqueados.

-¿Qué le parecía la ley de tasas?

-Afortunadamente conseguimos echarla abajo, y eso es lo que demuestra la importancia de los colegios profesionales. No se la cargaron manifestaciones, nos la cargamos los abogados y los procuradores.

-¿Entonces ahora es más justa la justicia?

-Todavía quedan algunos flecos de esa ley que se siguen aplicando, como a las pequeñas y medianas empresas, pero las cosas han mejorado mucho.

-¿Y el dinero recaudado se reinvirtió en Justicia, como se había prometido?

-Algún día el Ministerio nos dirá en qué se invirtió porque en jueces y en Juzgados no, desde luego.

-¿Qué características debe tener un buen abogado?

-Tiene que actuar en base a dos principios fundamentales: independencia y honestidad. A partir de ahí, la formación, preparar bien los asuntos...

-¿Qué le diría a los jóvenes que empiezan la carrera?

-Sobre todo, que tengan en cuenta que se van a dedicar toda la vida a defender los derechos de otros, y eso exige una responsabilidad muy grande. Eso obliga a ser cada día mejor y no es fácil. Hay mucho oficio, pero lo importante es el compromiso.

-¿Qué opina de la creciente aparición de casos de corrupción entre los políticos?

-Pues son gravísimos. En casos como la "Gürtel", por poner un ejemplo, parece que se demuestra que hay partidos que utilizan la organización y la articulan para llevarse el dinero público.

-¿Cree entonces que el PP es una banda organizada?

-Está claro que el PP podría ser tratado como una banda organizada. Es más, no sólo es la "Gürtel" o Valencia, si ir más lejos, el ministro del Interior ha creado un medio cuerpo militar casi clandestino que está utilizando para poder atacar a un partido político o a sus políticos. Y no pasa nada.

-¿Los políticos imputados deben dimitir?

-Con el tema de las dimisiones hay que tener un poco de cuidado. No vale que alguien diga que un políticos es un prevaricador para que tenga que dimitir, ahora, hay que poner unos límites. Si un político no siente que debe dimitir hasta que lo condene el Supremo no estamos hablando de algo serio. En cuanto haya la más mínima sospecha, por supuesto fundada, tienen que dejarlo, un político no es un ciudadano normal, tienen unos privilegios importantes y tienen que ser consecuentes. Están cobrando del dinero público.

-¿El exalcalde Caunedo debería de haber dimitido entonces por el "caso Pokémon"?

-Hace mucho tiempo que Caunedo tendría que haber dimitido por el "caso Pokémon", pero Caunedo y cualquier otro que se vea en esa situación. Lo lógico es dimitir, defenderse en los Juzgados, y si se sale sin cargos volver a presentarse a las elecciones. La vida de un político no es fácil, está sometida al escrutinio público.

-¿Qué opina de la actuación de la Justicia con la Casa Real?

-No hay nadie que sea sagrado. Si una Infanta se ve metida en un follón como el que parece que hay con el "caso Nóos" es muy normal que se la juzgue, como se hace con cualquier otro ciudadano.

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