Familias fotografiándose, peregrinos descansando en un banco, grupos escuchando la historia contada por un guía a lo rey Casto, más de un despistado consultando un mapa del centro de la ciudad... La plaza de la Catedral es siempre un hervidero de turismo, y últimamente cada vez más en verano.
Sin embargo, Oviedo no sólo atrae al visitante por su arte, su historia y sus monumentos. Así lo aseguran familias, como la de Jesús Val y Loreto Moreno, de Gran Canaria. "A los niños no les gusta tanto el turismo cultural", dicen tras salir de la Catedral. Por ello, buscan otras alternativas en otras zonas del Principado y se quedan con Oviedo para dormir, como punto de partida para su visita diaria por el resto de la región. Las posibilidades que ofrece el turismo "más natural" de Asturias, como el senderismo, los deportes al aire libre o la playa, son las preferidas por los más jóvenes. "Lo bueno es que todas estas actividades están a tiro de piedra de Oviedo", comenta Loreto Moreno. La pareja, cuyo plan es visitar también Cangas de Onís con sus hijos para hacer el descenso del Sella, destaca las buenas comunicaciones de Oviedo con el resto de la comunidad.
De esta manera, la familia canaria combina los dos tipos de turismo: los padres disfrutan del de carácter más cultural que ofrece la capital asturiana y los hijos se quedan con el de aventura. "Hay turismo para toda la familia", señalan. Precisamente es esa "diversidad" lo que más aprecian. "Desde aquí todo está como mucho a una hora en coche", dice Jesús Val. Así, esta familia canaria ha convertido Oviedo en el "centro de operaciones" de sus vacaciones en Asturias.
