Los bomberos veteranos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) -con una plantilla con un media de edad de 50- han recibido como "un soplo de aire fresco que hacía mucha falta" a los siete bomberos interinos que ha contratado el Ayuntamiento de Oviedo para cubrir plazas vacantes por enfermedad o fallecimiento en el servicio. El más joven tiene 30 años y el más mayor 35, lo que contribuirá a rejuvenecer la media de edad. El concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, precisa que es "una solución provisional" y que lo ideal sería "incorporarlos con estabilidad a la plantilla".
Los nuevos bomberos de Oviedo -Héctor González, Miguel López, Jonathan Montes, Nel Ánxel Martínez, Pablo Cirujano, Juan José Álvarez Feito y César Corpas- proceden de la última oposición al servicio de bomberos realizada por el Ayuntamiento, hace ya tres años. Entonces se quedaron a las puertas y ahora tienen una segunda oportunidad. La mayoría había buscado ya otras opciones laborales, a las que han renunciado porque la oferta del Ayuntamiento "es muy buena opción".
"Estamos muy contentos, todos los turnos nos están recibiendo muy bien", explicó Juan José Álvarez Feito, de 30 años y el más joven de los nuevos bomberos interinos. Pablo Cirujano, el más veterano, de 35 años, es el único de los siete que ha trabajado antes en un cuerpo de bomberos, concretamente en el del Principado, como auxiliar de bomberos. Tenía plaza fija, pero decidió opositar a bombero. "Estamos muy contentos, ser interino te da muchas ventajas. Cuando convoquen las plazas nos presentaremos todos", indicó.
Los nuevos interinos están muy satisfechos con la equipación de la que dispone el SEIS, tal y como explica César Corpas, ovetense de 31 años, que estaba preparando otras oposiciones cuando lo llamaron para el puesto. "El servicio tiene muy buena equipación, muy moderna", aseguró.
Si bien esta no es la primera vez que el Ayuntamiento recurre a la bolsa de empleo propia para cubrir puestos con interinos, la novedad es que, antes de incorporarse al servicio deberán realizar una exhaustiva formación práctica durante tres meses. "En la teoría están mucho mejor que nosotros, en la práctica no", explica Sigfrido Fernández, uno de los mandos del SEIS que está dirigiendo las prácticas esta semana. "Tenemos una buena formación teórica y esta formación está orientada a la práctica. Es necesario, porque conocemos las cosas en los libros, no en la realidad", subraya Álvarez Feito.
Tres meses de prácticas
"La peculiaridad es el proceso de formación, una situación que es también aplicable a los que están incorporados en plantilla", explica el concejal. El proceso durará tres meses y la previsión es que los interinos empiecen a trabajar en octubre. Entre tanto, el Ayuntamiento debe agilizar el procedimiento para dotar a los nuevos profesionales de toda la equipación y trajes especiales. Cuando estén listos se distribuirán en los diferentes turnos para equilibrar el servicio y normalizar la situación. "Van a estar tres meses sometidos al proceso de formación y, además, hemos diseñado un cuadro de prácticas permanente para aplicar a todos los turnos", señaló Fernández.
La práctica realizada ayer por los nuevos bomberos en el cuartel del Rubín consistió en un simulacro de incendio en una vivienda. Desde el piso interior establecieron una línea de ataque, y una vez en el edificio decidieron si se podía entrar por la puerta o por el exterior con la autoescalera para comprobar si había gente atrapada. El concejal de Seguridad insistió en que, a pesar de estas nuevas incorporaciones, el servicio de bomberos requiere de una dotación de 90 profesionales para cubrir las necesidades de la ciudad.
