Montecerrao sigue honrando a Santa Ana. La música de los coches de choque, el olor a pulpo y los gritos y las risas de los niños en el clásico tren de la bruja se entremezclaron ayer en el prao de la fiesta.

"Es una fiesta que le da mucha vida a Oviedo en estas fechas", señaló Eduardo Serrano, vecino de la zona. Mientras, sus hijos Candela y Nico disfrutaban de las colchonetas hinchables. "Para mí han sido toda una evolución: antes venía con mis amigos por la noche y ahora vengo de tarde con los niños", dijo entre risas. Un poco más allá, la familia de Patricia García observaba el recorrido del tren de la bruja con los pequeños Gonzalo Fernández y Nara Rodríguez. "Las fiestas están bien por la tarde para venir con los niños, pero hay más gente de noche", comentó Patricia García. En los coches de choque, Vivian Fernández vigilaba la conducción de sus hijos. "Estas fiestas me gustan porque son unas de las pocas de Oviedo que se hace en el prao", explicó. Las atracciones no fueron el único reclamo: la comida de las carpas también atrajo a un buen número de personas. "En Asturias se come muy bien", indicó Tetiana Matvieieva, una ucraniana afincada en Oviedo que se acercó con su familia a disfrutar de la tarde de ayer. La jornada continuó con una verbena nocturna, amenizada, según estaba previsto, por la "Gran Orquesta Israel" y el DJ Nacho Otero. Esto último fue lo que más atrajo a jóvenes como Nacho Álvarez. "Hay mucho más ambiente que en el resto de fiestas que tenemos en Oviedo durante el verano", comentó.

Los festejos alcanzarán hoy su cuarto día con una sesión de vermú a las 12.00 horas, jornada infantil desde las 17.00 horas con chocolatada, seguida de un festival de sidra y rematada con una fiesta a cargo de los DJ de Discoastur desde las 22.00 horas.