La pasarela que hoy cruzan numerosas personas constituye una antigua reivindicación vecinal de las asociaciones desde que el barrio de La Florida comenzara su rápida expansión,
Los peores tiempos para las arcas del Consistorio frenaron esta vieja aspiración, que mantuvo durante años a los vecinos a la espera de un puente que nunca llegaba. En 2010, el arquitecto José Juan Arenas presentó el anteproyecto y no fue hasta 2012 cuando el gobierno municipal aceptó el proyecto final.
Los problemas que el ejecutivo de Agustín Iglesias Caunedo encontró en la expropiación de los solares donde descansa el puente, en Fuente de la Plata, retrasaron aún más el inicio de la obra. En 2013, los vecinos pudieron ver por fin el comienzo de los trabajos con el derribo de las dos viviendas abandonadas ubicadas en el solar entre Fuente de la Plata y Martínez Cachero. En agosto de 2014, el puente lucía acabado, pero la apertura final del paso no acababa de llegar.
El ejecutivo del Partido Popular tenía prevista entonces la creación de un estanque bajo el puente que iba a poner el punto y final a las obras, pero se encontró con la oposición vecinal. Los residentes de la zona pidieron al Ayuntamiento que habilitase el espacio para plazas de aparcamiento, mucho más útiles en su opinión. Así, comenzaron unas negociaciones que de nuevo retrasaron la apertura de la pasarela. El 24 de mayo de 2015, ante la presión de los vecinos, y coincidiendo con las elecciones locales y el partido de promoción de ascenso a Segunda División entre el Oviedo y el Cádiz, Agustín Iglesias Caunedo decidió abrir el vial peatonal.
La llegada del tripartito al poder supuso la confirmación de la propuesta vecinal del parking bajo el puente, pero la necesidad de modificar el proyecto y de negociar con la empresa constructora volvió a posponer la apertura del puente al tráfico rodado. Finalmente, tras meses de papeleo, el gobierno local abrió la pasarela a los vehículos el pasado 20 de mayo.
