La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los cultivos del Paraíso

Siestas tranquilas a la sombra del tilo

El árbol, con doble uso ornamental y medicinal, destaca por su belleza

Siestas tranquilas a la sombra del tilo

Entre cajas y trastos viejos allí estaba la maleta, bastante deteriorada por la cantidad de viajes que había hecho, pero eso no suponía un problema para que el último fin de semana de julio, como cada año, la llenase. Había descubierto un lugar maravilloso donde descansar unas semanas y tras mucho pensar decidió comprar una pequeña casita en aquel pueblo tan acogedor de la costa. Estaba a pocos metros de la playa y para ser un pueblo pequeño tenia muchos visitantes.

La casa tenia un pequeño jardín rodeado por muretes que le permitían disfrutar al máximo del lugar, lejos de las miradas indiscretas de curiosos. Y eso era fundamental, ya que solía echar la siesta justo debajo del tilo. Alguien le dijo una vez que dormir bajo un tilo tranquilizaba, y quien sabe si seria verdad o mentira, pero a él le funcionaba.

Perteneciente al genero Tilia, existen distintas variedades, pero quizás las más interesantes son aquellas que unen uso ornamental y medicinal. Originario del centro y sur de Europa, suele crecer en lugares más bien sombríos y húmedos, pero eso no supone un problema si el sitio del que disponemos es más soleado, pues no le pasara nada. Tampoco es exigente en suelo, pero si es rico mucho mejor. Es importante que no le falte el agua en verano así como no dejar que se seque demasiado el suelo entre los riegos, pues lo soporta pero no es bueno que pase sed. Teniendo esto en cuenta puede llegar a alcanzar unos cuarenta metros, aunque eso depende de cada variedad.

Es un árbol caduco. Nos lo podemos encontrar en paseos, sus densas copas son ideales para protegernos del sol, o también formando grupos, o de manera aislada. Al llegar el verano comienza la floración, que es muy olorosa, y sus peculiares flores, pequeños ramilletes que crecen sobre una bráctea alargada, son muy cotizadas por sus propiedades calmantes y relajantes.

A los que somos muy nerviosos unas tilas pueden ayudarnos a controlar la intranquilidad, siendo quizás ese el uso más conocido, para tratar el insomnio, el estrés y la taquicardia, en este caso se puede mezclar con melisa y valeriana; en poco tiempo volverá a la normalidad. Tiene otras muchas propiedades: relaja la musculatura, ayuda a bajar la fiebre, faringitis, gripe, tos e incluso mejora el asma. Sirve para el reumatismo, dolores de cabeza y dolor de cuello. Es diurética, para tratar las ulceras, y otras muchas propiedades, pero no piensen que se queda ahí pues a nivel externo es muy interesante, para las picaduras de insectos, heridas o simplemente piel irritada, o para aliviar la quemazón que producen las quemaduras solares. Su aceite esencial se usa en cosmética para hacer cremas que nos ayudaran a mantenernos jóvenes. Todo esto se consigue con las flores, pero la corteza también tiene alguna propiedad: ayuda a mejorar el funcionamiento del hígado.

No es difícil conseguir un tilo, hay varios métodos muy efectivos para esto: germinando las semillas en primavera, pero no olviden que deben pasar unos cuatro meses en frío para que tenga éxito el procedimiento; a finales de otoño o principios de invierno se pueden hacer esquejes, para ello se cortarán ramas semileñosas de unos treinta centímetros, como sustrato una mezcla de turba y arena a partes iguales y en unos meses estará listo.

Es un árbol muy duro que resiste las podas fuertes y rebrota más vigoroso. Los ácaros aparecen cuando la humedad ambiental es baja y las temperaturas altas. En este caso es importante tratar para evitar un problema mayor. Los pulgones no suelen ser tan problemáticos aunque es importante eliminarlos. El exceso de humedad en el suelo propicia hongos que pueden llegar a secar el árbol, de ahí la importancia de elegir un lugar que drene bien.

Compartir el artículo

stats