Diana Navarro (Málaga, 1978) ultima los detalles de su próxima actuación en Oviedo, o, lo que es lo mismo, el inicio de la gira "Resiliencia", que da título a su último disco. La cantante actuará el 16 de septiembre en la plaza de la Catedral a las once de la noche, pero antes, a las ocho, dará el chupinazo en el Ayuntamiento. Ganadora de un premio "Ondas", en posesión de cuatro discos de platino y una de las máximas representantes de la copla actual, guarda algún que otro as en la manga que sacará en su doble actuación en las fiestas.
-¿Qué tiene preparado para el chupinazo y el concierto?
-Tengo una sorpresa preparada para el chupinazo, pero no la quiero adelantar para que impacte más al público. En el concierto interpretaré los temas de mi último disco, "Resiliencia", y algunos anteriores. Será emotivo y bastante audiovisual. Mi intención es atrapar al público con mi historia durante hora y media y que al cabo de ese tiempo diga: "¿Pero esto se ha acabado ya?".
-La resiliencia es la capacidad de adaptación frente a una situación adversa. ¿Por qué ese título para su trabajo?
-El disco está inspirado en vivencias personales y prestadas. Hace siete años me di cuenta de que no era feliz por un mal querer y ahora soy más fuerte tras concluir una etapa de crecimiento personal desde la psicología y terapias alternativas. En aquella época no me quería a mí misma. Ahora quiero transmitir un mensaje positivo y vitalista.
-¿El concierto servirá de terapia al público?
-No soy tan pretenciosa como para pensar que puedo sanar a la gente. Prefiero pensar que mi concierto será un spa musical en Oviedo y hará que las personas se sientan mejor. De hecho, hay una canción que se llama "Me amo y me acepto completamente" que está inspirada en una técnica real de desprogramación de pensamientos negativos.
-¿Le interesa la psicología?
-Mucho. Siempre digo que igual que vamos al dentista cuando nos duele una muela, debemos ir al psicólogo cuando nos duele el alma. He aprendido muchas cosas desde 2009. La psicología moderna usa la palabra resiliencia para referirse a la capacidad que tiene el ser humano de estirarse sin romperse ante una situación traumática de su vida y salir reforzado de ella. Lo curioso es que el término viene de la física y define a los materiales que al sufrir agresiones externas no se rompen, sino que se moldean.
-¿Cree que es necesaria la resiliencia en el mundo actual?
-Sí, aunque también creo que España es hiperresiliente por la crisis que está pasando. Un buen ejemplo son los abuelos. Ellos sacan adelante este país a base de quedarse al cuidado de sus nietos porque sus hijos están en el paro. Y encima lo hacen con la mejor de las sonrisas.
-El 3 de septiembre recibe un premio en la localidad malagueña de Almáchar durante su fiesta gastronómica del ajoblanco. ¿Es de buen comer?
-Ojú. No lo sabe usted bien, aunque me cuido mucho para dar lo mejor de mí en las actuaciones. Estoy deseando llegar a Oviedo para comer fabada, la tradicional o con almejas, que me vuelve loca, y tomar sidra. El cachopo también me chifla, y es curioso pero creo que el pan asturiano es uno de los mejores de España. Sabe que quita el sentío.
