"¡Qué desilusión se llevaron ayer los niños ovetenses! ¡Qué desencanto, qué rabia...! . Verán lo que sucedió, porque todo en este mundo tiene una explicación, aunque como en este caso sea tan increíble y curiosa: resulta que a última hora se descubrió que los gigantes y los cabezudos están sin ropa, tal y como el carpintero los echó al mundo. Esta fue la razón por la que ayer, como estaba anunciado, no salieron a la calle acompañados por su inseparable pareja de gaitero y tamborilero. Y pese a toda la prisa que se le metió al cortador, no podrán salir hasta la semana que viene".