La sensación del público que disfrutaba del concierto de Loquillo, el pasado martes al filo de la medianoche, en pleno homenaje a Tino Casal, no era de agobio. Se estaba bien. Incluso hubo un momento en que el cantante se bajó del escenario y botó con el público. Lo mismo sucedió con el concierto anterior, el de "Los Secretos". La plaza estaba llena, había más público que en cualquiera de los conciertos de esta edición de San Mateo, pero no faltaba el aire y se podía bailar. Por eso, en el transcurso de la noche algunos de los asistentes no entendieron por qué sus amigos, familiares o compañeros de fiesta no podían atravesar el cordón de seguridad para reunirse con ellos y disfrutar de los conciertos. Por primera vez en las fiestas el Ayuntamiento tuvo que restringir los accesos a la Catedral al alcanzar la plaza las 5.000 personas, el aforo máximo que permite el plan de autoprotección encargado a una empresa de seguridad.

Según explicó el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, todos los accesos a la plaza de la Catedral permanecieron cortados en un intervalo de 40 minutos durante el concierto de "Los Secretos". Y a continuación, mientras cantaba Loquillo, también hubo restricciones de acceso al público, aunque no en todas las entradas a la vez, indicó el edil. "En el momento en el que se llegó al tope del aforo de 5.000 personas que marca el plan de seguridad se aplicó al pie de la letra lo que marca: cortar los accesos, en previsión de que pudiera entrar más gente y la cosa empeorara. Alguna molestia sí que hubo, pero es inevitable, si tenemos un plan de autoprotección es para aplicarlo", indicó Ricardo Fernández en conversación con este periódico.

El concejal, que ayer disfrutó del día del bollo junto a otros miembros de la corporación municipal en el Campo San Francisco, escuchó alguna que otra crítica por la decisión de cortar el acceso a la Catedral. "Algunas personas me han comentado que se estaba bien, que la plaza no estaba llena, yo mismo estuve en la zona de la calle del Águila, que era la más despejada. Pero el caso no es que cupiera o no cupiera más gente en el recinto, sino que los técnicos realizaron una estimación de la cantidad de personas que podrían evacuar en el caso de que se produjese una emergencia y habíamos llegado a esa cifra, por lo que hubo que restringir el acceso de público", señaló el concejal de Seguridad.

Asimismo, Ricardo Fernández explicó que los cortes para acceder a la plaza de la Catedral -en los que participó personal de la Policía Local de Oviedo ayudándose de vallas- se realizaron intentando causar las menores molestias posibles a los ciudadanos que querían disfrutar de las fiestas y de los conciertos de San Mateo.

"He estado hablando con el director técnico del plan de seguridad y me ha explicado que, por ejemplo, durante el concierto de Loquillo no se realizó un corte general de los accesos porque había mucho más movimiento de público que en el de 'Los Secretos', de manera que si veían que en una zona de la plaza se quedaba despejada porque se marchaba gente, permitían entrar a más público", señaló el concejal de Seguridad Ciudadana.

Este es el primer año que en San Mateo cuentan con un plan integral de autoprotección para todos los espectáculos y actividades programadas durante los días de fiestas. En principio, la planificación de los conciertos no contaba con más previsión de seguridad que el control de accesos. Sin embargo, tras críticas de la oposición, del colectivo de vigilantes de seguridad y varios informes policiales en contra, el alcalde, Wenceslao López (PSOE), dio instrucciones a la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF), que preside Roberto Sánchez Ramos (IU), para que se encargase la redacción de un plan de autoprotección que garantizase la seguridad de los vecinos y visitantes durante la semana de fiestas de San Mateo.