El líder del PP en Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, exigió ayer al tripartito local (Somos, PSOE e IU) que impulse un plan para acabar con los problemas de seguridad que sufre el barrio de Guillén Lafuerza, cuyos vecinos se quejan de la existencia de okupas en varias casas de la zona. El portavoz conservador visitó el viernes la zona y denunció un "descuido general" al que se ve "condenado" el barrio. "Hablamos de suciedad, inseguridad y falta de atención a los vecinos. Están indignados y con toda la razón. Sólo hay que darse un paseo por la zona para entenderlo", criticó Caunedo.

Los residentes llevan tiempo advirtiendo de la situación a la Policía Local y al Ayuntamiento. El problema, explican los afectados, se centra en unas casas en la calle Rosales que están siendo ocupadas por dos familias que, según ellos, están "robando el cobre" y generando inseguridad en los residentes con amenazas y encontronazos. "Las casas las destrozaron y las dejaron llenas de basura", denunciaron el viernes los vecinos por boca de Ángel Alonso, miembro de la asociación vecinal del barrio. Alonso explicó que presentaron dos denuncias y que lejos de resolverse el problema "la situación se ha vuelto insostenible".

Caunedo aseguró que comparte "inquietud" y "preocupación" con los afectados porque, dijo, "estamos ante un verdadero problema ciudadano" que son "las preocupaciones a pie de calle". "Esta es la política real y no la de ensoñaciones a las que nos pretenden acostumbrar desde el equipo de gobierno. Esto son derechos sociales y aquí es donde se demuestra la igualdad de los ovetenses", criticó el líder popular, que anunció que llevará el asunto a la comisión plenaria correspondiente para tratar de impulsar una actuación. "Exigimos al tripartito que escuche a los vecinos de Guillén Lafuerza y que atienda y resuelva sus necesidades con inmediatez", abundó.

Los residentes, por si acaso, ya plantearon una solución: "que se cierre la puerta de las casas a cal y canto y que se tapien las ventanas", planteó Alonso.