La Asociación de Criadores de Ganado Equino de la Montaña Asturiana reclamó ayer la creación de una Indicación Geográfica Protegida (IGP) y presentó el fruto de un trabajo multidisciplinar que realizaron en los últimos meses para potenciar la crianza de caballos como medio de vida en el Principado y reivindicar su comercialización.

El presidente de la asociación, Ángel Lagar, aseguró que "la carne de potro es la más sana del mercado europeo" y lamentó que el consumo de este alimento en España no supere los 200 gramos al año por persona, muy por debajo que la media del resto de Europa.

Lagar estuvo acompañado en el Club Prensa Asturiana por Aitor Álvarez, veterinario y ganadero; Marta Alonso, profesora de Veterinaria en la Universidad de León; y Javier Cañón, profesor de genética en la Universidad Complutense. Todos participaron en la investigación del ganado equino de la montaña asturiana que ayer presentaron ante el público en forma de un libro que cuenta con el apoyo del Principado y de la Caja Rural.

Entre otras conclusiones, la profesora de León y el genetista de la Complutense señalaron algunos rasgos característicos de los caballos de Asturias, como las manchas de color blanco en la cabeza o el perfil de hocico recto que presenta el 90 por ciento de los ejemplares. "Hicimos la caracterización morfológica de los caballos de la montaña asturiana a partir de la medición de 147 animales, 28 de ellos machos", explicó Alonso, que se implicó desde un principio en el trabajo.

Álvarez, que además es el director técnico de la asociación, habló del origen de los caballos de la montaña asturiana, "cuidados por militares desde tiempos de Fernando VII".