Asturias es la comunidad autónoma del país con menor tiempo de espera para recibir un nuevo hígado. Este dato fue destacado ayer por Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), quien dictó una conferencia en Oviedo, en el marco del 46º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nefrología, que hoy concluye. El doctor Matesanz agregó que la región también está situada en la zona baja de la demora de injertos de riñón. El Principado figura "entre las tres o cuatro primeras comunidades en donaciones, y eso le permite ser una de las que más trasplanta en riñón e hígado", precisó el nefrólogo madrileño. "El sistema de trasplantes de Asturias es modélico", apostilló.

Durante una comparecencia ante los medios de comunicación, Rafael Matesanz manifestó que, pese al prestigio internacional cosechado por la ONT desde su puesta en marcha, en 1989, "es posible seguir mejorando en cantidad y calidad". El nefrólogo subrayó que 2016 concluirá con unos 43 donantes por millón de habitantes, máximo histórico en España, y con cerca de 5.000 trasplantes, que también marcan el techo. Y eso no es todo.

El mayor peligro

"Creo que vamos a seguir creciendo en los próximos años gracias a dos factores", pronosticó. Por una parte, el despegue de las extracciones de órganos de pacientes en parada cardíaca. "Hace cinco años, este tipo de donantes prácticamente no existían, y este año vamos a llegar a unos 650 trasplantes renales procedentes de más de 500 donantes", destacó. La segunda vía de desarrollo se basa en "la extraordinaria colaboración con los médicos de urgencias", gracias a la cual "en estos momentos la cuarta parte de los donantes se captan en los servicios de urgencias".

Rafael Matesanz puso de relieve que la crisis económica mundial provocó que en los países que fueron rescatados -Portugal, Grecia, Irlanda- "sus sistemas de trasplantes cayeran de forma espectacular". En España no ha sucedido lo mismo. "En 2010 tuvimos un bajón, no sé si vinculado a la crisis, pero desde entonces no hemos hecho más que crecer. El año pasado hicimos 1.000 trasplantes más que al inicio de la crisis, de ellos 700 renales. Hemos conseguido no sólo remontar, sino salir fortalecidos", enfatizó.

El director de la ONT advirtió de que "el mayor riesgo del sistema español de trasplantes es la comercialización, todo lo que suene a compraventa de órganos, a privatización". "Es un peligro que hasta ahora hemos sorteado, salvo un par de conatos de tráfico de órganos que se han atajado gracias a la colaboración de los profesionales y a la acción de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado", aseveró.