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Mascotas

El lenguaje corporal de las mascotas vale más que mil palabras

El movimiento de las orejas y el rabo de un perro da información sobre su estado

Una de las razones por las que los perros son los mejores amigos del hombre se centra e en su capacidad para comunicarse con las personas. De hecho, ellos suelen entendernos mejor a nosotros que nosotros a ellos cuando de lenguaje corporal se trata.

Las posturas del cuerpo de un perro le pueden decir mucho sobre su estado de ánimo y sobre sus emociones. Muchas de las señales que le emitirá su mascota serán muy sutiles y puede que le tome algún tiempo reconocerlas, pero vale la pena prestar atención a su postura, las orejas, la boca, el pelo y el rabo de tu perro, para poder entender mejor a su amigo.

Un perro seguro de sí mismo se posiciona erguido, recto, con la cola apuntando hacia arriba, orejas erguidas. En general se verá relajado, con las pupilas pequeñas. Hace pequeños movimientos con la cola.

Una mascota que se siente bien y con ganas de jugar se mostrará muy relajado, con su rabo en constante movimiento, con su pecho casi apoyado en el suelo, las patas delanteras estiradas y la cola levantada en movimiento.

El pelo de la cola erizado al igual que la franja de pelo central del lomo indica que el perro está mostrando una actitud de nerviosismo que no necesariamente implica agresión. Algo que desconoce le preocupa. Cuando el perro se encuentra en ese estado de alerta simplemente hay que tener cuidado.

El can se inclinará hacia adelante y estará rígido. Esto ocurre como respuesta a lo que el perro percibe como una amenaza o un desafío. En estos casos, la cola se esconderá debajo del animal, y éste empezará a moverla o de una manera rápida y frenética.

Cuando la mascota siente miedo tiende a agacharse, baja la cabeza y se oculta. En esta situación el perro tenderá a arquear la espalda, flexiona un poco las patas y a esconder el rabo.

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