"Parece que nos toca ser las cobayas de un macabro y cruel experimento. Nuestra indefensión es total". Lo dice Jorge Sousa González, presidente de la asociación de trabajadores de La Auxiliar, la empresa privada que hasta el momento se hace cargo del cobro de los impuestos y tasas del Ayuntamiento de Oviedo. El representante de buena parte de la de la plantilla de la sociedad de recaudación lo hace en mitad del proceso que el tripartito ovetense (Somos, PSOE e IU) ha iniciado para devolver a lo público el cobro de los tributos locales antes de que concluya el año. La plantilla de La Auxiliar entiende que el gobierno municipal ha seguido adelante con el proceso "incumpliendo la ley y despreciando a los trabajadores de la contrata" una vez que un juzgado de lo contencioso-administrativo de la ciudad, tras un demanda presentada por los trabajadores para paralizar la remunicipalización, haya sido aceptada y se fijara una vista oral para inicios del próximo año.
Sousa González, en un artículo que se reproduce íntegramente bajo estas líneas, asegura que el intento de remunicipalización "en la forma y tiempo en que se está gestando, está condenado al fracaso". Por eso solicita a los miembros del tripartito que "sean valientes" y que lo "paren". El portavoz de los trabajadores alerta de que el tripartito "corre el riesgo de romper el flujo de ingresos del Ayuntamiento", además de "provocar despidos, indemnizaciones a la empresa concesionaria del servicio, gastos del proceso y úlceras gástricas a todo el mundo". Sousa González teme que el mismo proceso se repita con otros servicios externalizados y que el tripartito también quiere recuperar para lo público, como es el mantenimiento de los parques y jardines del municipio, la recogida de las basuras y limpieza de las calles, la gestión del agua o el servicio de la grúa.
