La sección sindical CSI de Bomberos de Oviedo exige la dimisión del concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, "por decir que la plantilla consume alcohol estando de servicio". El edil firma una circular colgada hace unos días en el tablón de anuncios del servicio de extinción de incendios en la que informa de que está prohibido tomar bebidas alcohólicas durante el trabajo. Por eso, el sindicalista de la CSI y delegado de prevención en el Ayuntamiento, Miguel Ordóñez, calificó ayer al edil como "ruin, sibilino e hipócrita" y le echó en cara que durante los dos años que lleva al frente no haya sido capaz de dotar de equipos de comunicación a los bomberos, establecer un plan para recuperar y rejuvenecer la plantilla con nuevos agentes, o establecer un protocolo de coordinación entre la Policía Local y los Bomberos.

En una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por Manuel Díaz, delegado sindical, retó a Ricardo Fernández a visitar las instalaciones de los bomberos y a comer o cenar con ellos para comprobar que "no hay alcohol en la nevera". Ordóñez aseguró que "jamás en la historia del servicio de bomberos" se había visto "una maniobra, disfrazada de instrucción de servicio" y pidió al concejal que "se calle y mantenga el decoro si no tiene ninguna prueba o dato que acredite un comportamiento irregular de algún miembro del servicio". Además, le aconsejó que, en caso contrario, "actúe con acuerdo al procedimiento establecido".

Los bomberos mantuvieron un tono serio y retador durante su comparecencia y aseguraron que "no necesitan "consejos o amenazas sobre el tipo de dieta, alimentación o bebidas" que deben tomar mientras están de servicio.

Ordóñez puso de relieve que son funcionarios por oposición y que "se juegan el tipo" durante las intervenciones "a diferencia de otros que sólo buscan la foto", refiriéndose a la actuación de Fernández en el incendio el pasado abril del número 58 de la calle Uría donde perdió la vida su compañero, el bombero Eloy Palacio. De hecho, para el sindicalista de la CSI, Ricardo Fernández fue un "espectador de lujo en el incendio de Uría".

Los ponentes aprovecharon la rueda de prensa para hablar de los que a su juicio son los verdaderos y acuciantes problemas de la plantilla del servicio de extinción de incendios, como una escasez de efectivos. Así, Ordóñez afirmó que la nómina de trabajadores tiene veinte personas menos con respecto a hace veintiún años, en 1995, "y por tanto tenemos todos veinte años mas de edad".