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Del granito al "eagle red"

Las losas empleadas desde hace décadas para pavimentar las calles de Oviedo tienen su origen en Badajoz, Pontevedra, Zamora y Finlandia, entre otros lugares

Calzada de granito en la calle de Cimadevilla hacia 1910.

Recuerdo que en mi niñez abundaban en las aceras de algunas calles de Oviedo bordillos de la roca denominada granito; por cierto, un material que apenas existe en Asturias, exceptuando el plutón de Boal y poco más. También retengo la imagen de los trabajadores encargados de su colocación en cuclillas y desbastando, a modo de canteros, las piezas en plena calle con la ayuda de un cincel o puntero y una maceta.

El granito tardó en ser utilizado en la ciudad, al concederse preferencia a las rocas autóctonas (regodones de río y calizas). La primera remesa de esta litología vino de la localidad lucense de San Ciprián (Cervo), merced a un acuerdo municipal alcanzado el 7 de febrero de 1885, siendo alcalde José González Longoria Carbajal. Su destino era la pavimentación de la calle Cimadevilla y la plaza Mayor, hoy de la Constitución, a las que siguió la calle Jesús, empleando adoquines o sillares.

Este método de adecentar las rúas y plazoletas sustituyó paulatinamente al ancestral procedimiento de empedrado a base de guijarros, que resultaba cada vez más incómodo sobre todo para el tráfico rodado.

Como señala Fermín Canella en su libro sobre Oviedo, "el funesto sistema de convertir algunas calles en carreteras, con firme y grava de caliza, aprovechándose escombros y cascajo, que, triturados después por el uso, se transforman en lodo ó polvo malsanos". Son famosas algunas fotos de la plaza Mayor y calles aledañas al Ayuntamiento de comienzos del pasado siglo mostrando su embaldosado con grandes losas graníticas. En el momento actual se utiliza en varias calles, de manera preferente en el casco antiguo, la petrografía granítica de origen tan diverso como Badajoz, Pontevedra, Zamora o incluso de la República de Finlandia. Pormenoricemos su distribución.

El granito conocido como "Gris Quintana" proviene de Quintana de la Serena (Badajoz) y luce en la calzada adoquinada de las calles Gil de Jaz, Milicias Nacionales y Posada Herrera, además de ornar una de las aceras de Longoria Carbajal y en la plaza circular del Paraguas.

La variedad nombrada "Gris Alba", de tonalidad gris claro a parda con pequeños cristales de mica blanca, se obtiene en La Cañiza (Pontevedra) y es la más introducida. Se concentra en el "Oviedo redondo": calzadas de Carpio, Oscura, las calles que confluyen en los Cuatro Cantones (Canóniga, San Antonio, Mon y Santa Ana), zonas altas de San Isidoro y de la plaza del Sol, Cimadevilla y La Rúa.

La llamada "Rojo Sayago", como su nombre indica de coloración mayoritariamente rojiza, a veces con cierta tendencia grisácea, con fenocristales de feldespato, se explota en Bermillo de Sayago (Zamora). Puede ser observada en la plaza de La Gesta y en un lateral de la de Porlier, amén de su prolongación por la adyacente calle Schulz.

Por último, buena parte de las aceras de la calle Uría se han embaldosado con un granito muy llamativo, el "Eagle Red", que procede de la región de Kotka, al sureste de Finlandia, cerca de la frontera con Rusia. Las losas de color granate turnan con otras del tipo "Gris Alba" dibujando una combinación asimétrica, que prosigue por la acera de la plaza de La Escandalera.

Este producto rocoso presenta unas características técnicas excepcionales dada su resistencia y dificultad a la meteorización, lo que supone varias ventajas: buena adherencia y elevada resistencia al desgaste, facilidad de sustituir las piezas en áreas puntuales o la reutilización de sus materiales.

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