El pleno del Ayuntamiento de Oviedo adjudicó el servicio municipal de aguas a la empresa Seragua, del grupo Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), el 12 de julio de 1996. El municipio quedaba comprometido con la compañía por cincuenta años, prorrogables hasta setenta y cinco. Hasta 2071 la gestión del servicio de abastecimiento de aguas en el municipio está en manos de Seragua, que más tarde pasó a llamarse Aqualia.

La privatización del agua en Oviedo estuvo envuelta en la polémica, por el modelo que el PP se proponía generalizar y que había empezado por otros servicios como el de limpieza y los aparcamientos regulados (ORA), extendiéndose después a la recaudación de tasas e impuestos o al cementerio. También hubo acusaciones de los grupos de la oposición, por aquel entonces PSOE e IU, sobre manipulaciones en la resolución del concurso.

A la adjudicación se presentaron cuatro propuestas, de otras tantas sociedades y uniones temporales de empresas. La oferta de Seragua fue informada favorablemente por la Sociedad de Gestión Urbana de Oviedo, la desaparecida y controvertida empresa municipal Gesuosa, que fue la encargada de la redacción del pliego de condiciones.

Las empresas que en 1996 concurrieron al concurso para gestionar el servicio de aguas en Oviedo fueron, además de Seragua, Interagua -a la que se unieron Aquagest, Asturagua, Sato e Hidrocantábrico-, Sogesur-Dragados y Ondagua

Contra la privatización del servicio de abastecimiento de agua llegó a constituirse una plataforma ciudadana, que se movilizó y protestó sin éxito. Gabino de Lorenzo, entonces alcalde de Oviedo, siguió adelante con su política privatizadora y sacó adelante la concesión de la gestión del agua a la filial de FCC, que ya tenía la ORA y la limpieza urbana.

La concesión se hizo por el tiempo máximo que permitía la ley. El Ayuntamiento mantenía la titularidad del servicio y la empresa adjudicataria se comprometía a satisfacer un canon de tres mil millones de las antiguas pesetas y a acometer inversiones por otros tres mil quinientos millones. Los noventa funcionarios y el personal laboral adscrito al servicio municipal de aguas tuvieron la oportunidad de continuar vinculados al Ayuntamiento de Oviedo o incorporarse a la plantilla de Aqualia.