"Los seminaristas Faustino Fernández y Pedro Díaz, como recordarán, tuvieron un día noticia de que había muchos niños en Asturias que nunca habían sido visitados por los Magos, que no sabían lo que era la ilusión y la alegría de esa noche del cinco de enero. Por eso hicieron una campaña de recogida de juguetes y cuentos usados y los primeros ya llegaron al Seminario de Oviedo. Se enteraron de todo esto, hablando con el cura de uno de los pueblos donde viven esos ciento sesenta chavales que este año, si Dios quiere, y ustedes también, reirán contentos, porque unos seres fantásticos, llegarán hasta sus casas para regalarles juguetes".