La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

NATHALIE STUTZMANN | Contralto y directora de orquesta, dirige mañana Oviedo Filarmonía

"Encontrar a una mujer al frente de una orquesta sigue generando conflicto"

"Mis discos tienen una labor previa de investigación, el público se merece conocer los tesoros escondidos de la música"

"Encontrar a una mujer al frente de una orquesta sigue generando conflicto"

Nathalie Stutzmann es una de las contraltos más reconocidas del momento, que compagina su carrera de cantante con la dirección orquestal. Su fama internacional le ha llegado por su profundización de la música barroca, en la que es toda una autoridad en lo que a su estudio e interpretación se refiere. No obstante el concierto que, dentro de las Jornadas de Piano -patrocinadas por LA NUEVA ESPAÑA-, ofrecerá mañana a las 20 horas en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo junto a Benjamin Grosvenor y la Oviedo Filarmonía, incluye el Concierto para Piano en re menor op. 15 y la Sinfonía nº 1 en do menor op. 68 de Brahms. En el terreno personal, es una mujer muy centrada en su trabajo y defensora de la igualdad de género.

-¿Ser directora de orquesta sigue siendo difícil hoy en día?

-Por desgracia, sí. Encontrar a una mujer en el podio de una orquesta sigue generando conflicto, y me ha pasado muchas veces que cuando llego a dirigir me encuentro con miradas incómodas y signos de desprecio. Tengo que especificar que suele ser entre los músicos de mayor edad; es una mentalidad que está muy desfasada. Pero el verdadero problema no lo veo en los propios músicos, sino en los productores y los gestores de conciertos que, muchas veces, son reacios a contratar a una mujer para este puesto de gran responsabilidad. Es una situación extendida a todos los ámbitos, y lo mismo sucede con los directivos de las grandes empresas. La parte buena es que desde hace dos o tres años estoy notando un cambio sustancial, aunque aún queda mucho por hacer.

-Ha creado su propia orquesta, "Orfeo 55". ¿Cuál fue el motivo?

-Fue una forma de poder compatibilizar mi faceta de cantante con mi pasión por la dirección musical. Creé mi propia orquesta de cámara, donde pude elegir personalmente a aquellos músicos con los que quería trabajar y embarcarnos en proyectos que nos pareciesen realmente interesantes. De esta forma puedo dirigir y cantar al mismo tiempo, algo que no se puede hacer al frente de una orquesta sinfónica. En un principio me dijeron que hacer las dos cosas al mismo tiempo era imposible, pero ya he demostrado que se equivocaron, aunque sí he de decir que es realmente cansado.

-Gran parte de su reconocimiento mundial viene por su dedicación a la música barroca. Sin embargo el programa que ofrecerá en Oviedo se centrará en la figura de Johannes Brahms.

-Aunque es cierto que en los últimos años me he dedicado a explorar el repertorio barroco, mis inicios fueron con este compositor, y mi primer disco fueron los lieder de Brahms, en realidad nunca he dejado de lado a este compositor. Me parece una de las figuras fundamentales de la historia de la música por la fuerza que otorga a la orquesta y la complejidad de sus partituras. No obstante, es cierto que el mercado de la música funciona por modas, y parece que Brahms es uno de los compositores que más se ha minusvalorarlo últimamente. Creo que su música no está tan lejos del Barroco como a veces se cree.

-¿Qué le inspira para crear su propia versión de estas dos obras que dirigirá en el Auditorio de Oviedo, y que sea distinta al resto?

-Creo que los sentimientos que hay detrás de la música. Intento ponerme en el lugar del compositor. Brahms tardó unos 16 años en escribir su primera sinfonía, tenía mucha presión porque las sinfonías que se escribieron después de la Novena de Beethoven eran comparadas con ella y no salían bien paradas. Por otro lado también tenemos el amor que Brahms sentía por Clara Schumann, que era algo que debía guardarse para sí mismo porque era la mujer de su gran amigo, así que ese asunto también le generaba frustración. ¡Parece una película de Hollywood pero es la vida! Me costó mucho encontrar el carácter exacto que exige el segundo movimiento del Concierto para piano, tan íntimo y nostálgico.

-Las obras contenidas en sus discos no son una reiteración de lo ya grabado, sino que exploran nuevos repertorios, ¿es importante la investigación musical en sus grabaciones?

- Sí. Mis discos tienen una labor de investigación previa. Creo que el público se merece conocer los tesoros de la música que están escondidos y que no han sido grabados. El hecho de que una partitura sea desconocida, no implica que sea peor que otra que todo el mundo conoce. Cuando preparamos el disco "Prima donna", con música de Antonio Vivaldi, conté con un musicólogo para ayudarme y asesorarme en ese proceso documental, porque las partituras se podían leer únicamente en un manuscrito de hace siglos. Más tarde, para "Heroes from the shadows", con arias de Haendel, yo misma fui por las bibliotecas y archivos. No me preocupa tanto buscar obras que se adapten a mi voz como que la música de incluyo en mis discos tenga coherencia y un mensaje.

Compartir el artículo

stats