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Santo Ángel de la Guarda

La diversidad más integradora

El colegio Santo Ángel de la Guarda tiene 46 alumnos con necesidades especiales que conviven con más de 500 estudiantes y "enriquecen los valores del centro"

La pequeña Liv Parlee busca entre sus apuntes para resolver los ejercicios de lengua que plantea la profesora en clase. Sus compañeros hacen lo mismo y uno facilita la tarea al resto: "Es la lección cinco". Y el grupo de cuatro en el que ella está sentada en el aula se afana en escribir silenciosamente. Liv, de 11 años, no se queda atrás, aunque hace algo más de ruido. Su máquina de braille emite un repiqueteo que ni molesta ni llama la atención a nadie. La niña, invidente, es uno de los 46 alumnos con necesidades educativas especiales del colegio Santo Ángel de la Guarda, al que acude un total de 573 estudiantes repartidos entre los ciclos de Infantil, Primaria y Secundaria. El programa de atención a la diversidad es la bandera de este centro adscrito a la Fundación Educación Católica (FEC) y un motivo de orgullo para los propios chavales, los docentes y las familias. "Estos críos enriquecen los valores del colegio, en el que hay un ambiente de absoluta normalidad", explica el director, Daniel Turiel Díaz.

El centro comenzó su andadura el 28 de septiembre de 1884 de la mano de la congregación de las Hermanas del Santo Ángel de la Guarda, fundada por el padre Louis Antoine Rose Ormières y la madre San Pascual. El colegio está desde 1973 en la calle Julián Cañedo, en el polígono de Otero, pero anteriormente tuvo varias ubicaciones: San Lázaro, San Vicente, el palacio Daoíz y Velarde (en el Fontán) o la calle San Ana, donde ahora se alza el Museo de Bellas Artes de Asturias. En 1999, las hermanas cedieron la titularidad del colegio a la FEC (que a su vez se integra en la red de escuelas católicas FERE). Ya no quedan representantes de la congregación original en la escuela, aunque sí buena parte de sus principios. Así, el lema del centro es "Hacemos escuela, educamos personas".

El Santo Ángel se prepara para una celebración de altura este curso: la beatificación del fundador de la congregación del Santo Ángel, el próximo 22 de abril, en la Catedral. "No damos abasto, tenemos mucho que festejar", comenta el director, inmerso también en los preparativos del 25º aniversario de la FERE. Pero a Daniel Turiel le gusta hablar del pasado, el presente y el futuro del Santo Ángel recorriendo el colegio. "Cada vez que una familia me pregunta cuándo puede venir a visitar el cole le digo que en cualquier momento. La normalidad del día a día es lo que hay que mostrar". Abre una puerta y saluda con una enorme sonrisa a Alberto Hernández y Adrián Arias. Los chavales están en clase de audición y lenguaje con la profesora Beatriz García. Uno tiene síndrome de Down y el otro un trastorno de espectro autista. Tienen 14 años y son amigos inseparables desde que se conocieron en la escuela. "Procuramos que estén juntos en la mayor parte de actividades posible". El director conoce bien a los alumnos. Se preocupa por ellos y se nota. "Hola, director", "hasta luego, Alberto". Y así por los pasillos.

En el programa de atención a la diversidad hay niños con discapacidades visuales, auditivas, motóricas o psíquicas que pasan la jornada escolar integrados con el resto de compañeros y acuden unas horas a clase de poyo específico. Por eso, el claustro cuenta con un orientador, cuatro profesores de pedagogía terapéutica y dos de audición y lenguaje, entre otros profesionales. Además, el Santo Ángel, junto con el Santa María del Naranco (Ursulinas), fue el primer colegio que asumió en 1986 un programa de integración escolar en Asturias.

Pero en este centro también hay once alumnos de altas capacidades que reciben el apoyo extra y voluntario de varios docentes fuera del horario escolar. En concreto, los lunes por la tarde organizan un programa de enriquecimiento curricular en el colegio.

Otra de las banderas del Santo Ángel es su programa bilingüe de castellano e inglés, que comenzó en el curso 2008-2009, concedido por la Consejería de Educación, y que el año que viene estará implantado en todo el colegio.

"Mira, la camiseta de Fernando Alonso". Daniel Turiel hace un alto en el camino para mostrar un cuadro con una camiseta que el deportista asturiano de Fórmula 1 regaló al centro cuando ganó un mundial. Y es que Alonso es antiguo alumno del Santo Ángel. Su obsequio comparte espacio con otras camisetas que Íker Casillas y Xavi Hernández entregaron al colegio hace cuatro años al ganar el premio "Príncipe de Asturias" de los Deportes. Debajo, la leyenda de una placa lo aclara: "... al colegio Santo Ángel de la Guarda FEC que desde la ilusión, el trabajo y la entrega, tanta ayuda y dedicación dispensáis a los niños que más lo necesitan".

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