¿Son los videojuegos una nueva modalidad de arte, equiparable a la pintura, la escultura, la música o la poesía? El joven filósofo Ernesto Castro Córdoba (Madrid, 1990) planteó ayer esta provocativa hipótesis en el transcurso de la conferencia titulada "La estética en el materialismo filosófico", que pronunció en la Fundación Gustavo Bueno.

"Habida cuenta que los videojuegos sintetizan en una misma experiencia estética buena parte de las artes anteriores, cabría concebirlos como la realización de la idea wagneriana de la obra de arte total, de no ser porque desde una perspectiva materialista se trata de una idea metafísica", señaló el autor de los libros "Contra la postmodernidad" (2011) y "Un palo al agua. Ensayos de estética" (Murcia, 2016).

Ernesto Castro Córdoba es licenciado en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid. En su intervención de ayer en Oviedo -la última sesión de este año en el programa de la Fundación Gustavo Bueno- propuso una sistematización de los trabajos publicados hasta la fecha en el campo de la estética desde la perspectiva del materialismo filosófico. Se trata, indicó, de las conclusiones de un curso que ha impartido este trimestre en la Universidad Complutense, donde realiza el doctorado sobre el realismo especulativo.

El citado curso, que ha sido grabado y acumula centenares de seguidores en internet, ofrecía una historia universal de filosofías (académicas y mundanas) de las artes. El estudio de Ernesto Castro toma como marco las artes desde el Paleolítico hasta el siglo XVIII.

Ayer ofreció una catalogación y genealogía de las artes, empleando como referencia el libro "Laocoonte o sobre los límites de la pintura y la poesía", del alemán Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781). Sobre esta base, distinguió tres tipos de artes: espaciales o simultáneas (arquitectura, pintura y escultura), temporales o sucesivas (música, danza y poesía) y las que fusionan espacio y tiempo, que son las artes audiovisuales (fotografía, cine y televisión).

Fue en este punto en el que planteó la posibilidad de agregar los videojuegos. Ernesto Castro no afirmó que los videojuegos sean un arte, sino que expuso "las modificaciones conceptuales que implicaría aceptarlos como tal en el contexto de la obra de Gustavo Bueno titulada 'Ensayo de una definición filosófica de la idea de Deporte'".

El ponente ofreció una presentación sistemática del marco filosófico general de la estética. Una sistematización de tratados dispersos, como el curso sobre Filosofía de la Música impartido por Gustavo Bueno, el libro de Raúl Angulo Díaz, "La historia de la cátedra de Estética en la universidad española", y la obra de Jesús G. Maestro "Crítica de la razón literaria".

Ernesto Castro analizó el origen de la estética en el siglo XVIII en tres dimensiones: la teoría británica de los valores estéticos, la teoría francesa de las bellas artes y la teoría del conocimiento sensible alemana. "Con estas tres patas de la estética pueden reconstruirse las tres dimensiones de la estética desde las coordenadas materialistas", enfatizó.

A juicio de filósofo madrileño, el materialismo filosófico "no solamente ofrece una gnoseología, una teoría política o una teoría moral, sino también una teoría estética que sigue en movimiento después de la muerte de su fundador, Gustavo Bueno, y que puede permitir construir una estética materialista".