Si ya escuece sacar la cartera para abonar una multa de tráfico, el cabreo es aún mayor cuando hay que esperar "más de dos horas" para que te la cobren. Pues eso fue lo que les ocurrió ayer a muchos de los ciudadanos que acudieron a la recién estrenada Oficina de Recaudación Municipal, que afrontó su primer día de funcionamiento entre críticas de los usuarios por la excesiva tardanza en la gestión de este tipo de trámites. Las esperas se hicieron aún más largas al no funcionar todavía el sistema de pagos por internet ni a través de tarjetas de crédito, una situación que provocó que muchos usuarios, que no conocían la situación, tuviesen que salir al banco a por dinero en metálico cuando ya estaban en la ventanilla para ser atendidos después de una tediosa cola.

"Espero que esto ocurra porque los trabajadores son nuevos y no están acostumbrados, pero como no se espabilen rápido esto se va a convertir en un caos. Llevo aquí desde las once y media de la mañana para pagar una multa de tráfico", aseguraba Yanet Álvarez a las puestas de la oficina. Eran las dos y cuarto pasadas. Poco antes salía de la oficina Carlos Soladana, que tampoco estaba muy contento. "No se puede tardar tanto en hacer un simple pago", repetía.

Y es que el retraso acumulado a lo largo de la mañana hizo que a la hora del cierre -fijada para las dos en punto- hubiese aún muchas personas sin atender a pesar de llevar tiempo esperando su turno. Los trabajadores de la oficina tomaron la determinación de cerrar las puertas para que no entrase más gente y continuaron con sus labores hasta casi las tres, cuando el último usuario terminó sus gestiones. "Los trabajadores son muy amables y te atienden todo lo bien que pueden, pero todavía están muy perdidos y eso provoca las colas", explicaba Mercedes Verano, que estuvo en la nueva oficina de la calle Cimadevilla para solicitar información sobre el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

Muchas de las quejas se centran en la escasez de personal. El tripartito que gobierna en Oviedo -Somos, IU y PSOE- había pensado una Oficina de Recaudación con 29 trabajadores para remunicipalizar el servicio después de nueve años en manos de La Auxiliar de Recaudación -una firma privada que contaba con 42 operarios en plantilla-, pero un juez paralizó de forma cautelar el concurso-oposición con el que el Consistorio pretendía conformar la nueva plantilla. Actualmente, a consecuencia de esa decisión judicial, tan sólo hay nueve personas trabajando en las nuevas oficinas. Además, como aún hay personal que acumula días libres, ayer ni siquiera estaban todos los operarios. "Sólo hay una persona para cobrar las multas, por ejemplo, cuando es lo que más viene a hacer la gente", apuntaba Fátima Benaisa.

Rosón considera que la remunicipalización del servicio es "un hito para la ciudad"

Luego está "la inexperiencia" de esos trabajadores, según denunciaba Ignacio Lobo. Los nueve trabajadores de la Oficina de Recaudación Municipal son funcionarios que hasta ahora desempeñaban otras labores en el Ayuntamiento. Tres de ellos se presentaron voluntarios para el puesto, pero el resto acabaron allí "por designación de los concejales", explican fuentes municipales. "Van muy lentos, se atascan mucho y lo tienen que preguntar todo", afirmaba Lobo.

Aunque la plantilla de trabajadores de la nueva Oficina de Recaudación es mucho más reducida que la prevista inicialmente por el tripartito -al menos hasta que un juzgado diga lo contrario-, el Ayuntamiento cuenta con la ayuda del Ente de Servicios Tributarios del Principado, situado en la calle Hermanos Pidal. Este organismo se encargará a partir de ahora de gestionar expedientes relativos a la viñeta, el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) y los trámites de recaudación ejecutiva (fundamentalmente embargos). Por su parte, los operarios de la oficina situada en la calle Cimadevilla tramitarán el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), las plusvalías, las multas, las tasas y los precios públicos. "Aunque aquí no se haga todo no es de recibo contar con tan poca gente en plantilla. Está claro que se van a necesitar más trabajadores para que esto pueda marchar más o menos bien", asegura Faustino Menéndez, otro de los ovetenses que ayer estuvo en la Oficina de Recaudación Municipal.

Otra de las cosas que molestó a los usuarios durante la jornada de ayer fue que no se pudieran hacer pagos con tarjeta de crédito. "Llevo toda la mañana aquí para pagar una multa. Primero estuve haciendo cola durante un buen rato y cuando me tocó el turno me dijeron que no podía pagar con tarjeta, con lo que tuve que salir para ir al banco y volver con el dinero en la mano. Esto no puede pasar en el año 2017", denuncia José Luis Fernández, que acudió a Oviedo desde Sama de Grado para abonar una sanción "por aparcar mal" en la ciudad. "No se puede perder tanto tiempo para una operación tan simple como esta. No me quiero ni imaginar si estos trabajadores tienen que enfrentarse a trámites más complicados con la poca agilidad que tienen ahora mismo", añade Fernández.

Por el momento tampoco es posible pagar a través de internet. Las llamadas pasarelas de pago, el sistema por el que los ciudadanos podían abonar hasta ahora sus recibos a través de la web de La Auxiliar, no estará disponible todavía porque la empresa aún no ha entregado el software al Ayuntamiento que permitirá poner en marcha el servicio. Según fuentes del Ayuntamiento, ese problema quedará solventado "a partir del día 14" de este mismo mes. A pesar de todas estas trabas, hay ciudadanos que piensan que "hay que tener paciencia" con el nuevo servicio. "Aunque todavía están empezando y existen problemas que son lógicos, el servicio de recaudación de un ayuntamiento no puede estar en manos privadas", aseguraba José Manuel González.

En esa línea volvió a posicionarse ayer el concejal de Economía, Rubén Rosón (Somos), quien calificó como "un hito para la ciudad" la remunicipalización del servicio. "Hemos conseguido que los impuestos de Oviedo vuelvan a ser gestionados por un organismo público y no en un edificio alquilado por una empresa privada. Las cosas no han sido fáciles porque los tribunales nos han impedido contratar a 29 personas más para trabajar en este servicio, pero hemos encontrado otra solución para garantizar que la recaudación está al cien por cien en manos públicas, al igual que lo hacen el resto de ayuntamientos de la región", explicó Rosón. Según el edil, la nueva situación permitirá que el Consistorio ahorre "unos cinco millones de euros" al año. "La empresa privada que estaba hasta ahora nos cobraba unos ocho millones al año y nosotros calculamos que ahora el servicio nos costará tres", subrayó el concejal de Economía.

Otro concejal del tripartito, Roberto Sánchez Ramos (IU), recalcó también ayer que el Ayuntamiento va a recurrir las decisiones judiciales que han paralizado los procesos de selección de los 29 trabajadores para el servicio de recaudación. "En este Consistorio hemos sido condenados por querer meter a trabajar a 29 personas", dijo.