Ángel Fidalgo

Al niño senegalés Buba, el fútbol le jugó una mala pasada. Una herida abierta en una pierna por una mala entrada durante un partido estuvo a punto de costarle la vida cuando tenía sólo siete años.

Entonces practicaba su deporte favorito, el fútbol, que continúa siendo su gran pasión. Se salvó de milagro y su vida, sin saberlo él, está ayudando ahora a muchas personas de su país. Su último efecto fue la donación de una ambulancia de la empresa Transinsa, de Oviedo, para el hospital de Sage en Warang (Senegal). Su gerente, Carlos Paniceres, se enteró del caso y no lo pensó dos veces.

Esta historia, como casi todas, es fruto de unir muchos cabos sueltos. Un joven leonés, Jesús Álvarez Ayala, llega a Oviedo para estudiar medicina en la década de los años setenta del pasado siglo. Hace amigos y se despide de ellos para trabajar de odontólogo en Palma de Mallorca. Con vocación de cooperante se marchó un verano a trabajar a Senegal. Y en ese país conoció en el año 2013, de casualidad, a Buba, un niño enfermo que le cambió la vida.

"Al tercer día de llegar a Senegal apareció un padre en el hospital con el niño en brazos. La herida abierta de la pierna no auguraba nada bueno, y la que también tenía en el pecho me puso en lo peor", comentó ayer a este periódico el doctor Álvarez Ayala.

El diagnóstico no podía ser más preocupante: hosteomilitis multifucal. "Le quedaban unos siete días de vida y decidí traerlo a España cuando llegué a Oviedo. Hablé con el hospital de Mallorca, porque es la ciudad donde vivo y trabajo, y se hicieron cargo del niño. El viaje lo habían pagado los rotarios de Baleares". Lo más difícil ya estaba hecho.

Ahora vive feliz en casa de Jesús Álvarez Ayala junto a su mujer y sus dos hijos, mientras estudia en un colegio mallorquín. Pero los problemas legales para seguir viviendo en España no están siendo fáciles de superar.

"Tuve fuerzas para fundar una ONG que lleva su nombre, Buba, con la que trabajamos sobre todo en odontología en Senegal, y ahora tengo fuerzas de sobra para conseguir que continúe estudiando en España", afirmó con determinación.

Mientras tanto, en Oviedo se están ultimando todos los trámites para el traslado de la ambulancia hasta Valencia, donde embarcará con rumbo a Senegal. José Antonio Ordás, director de flota de Transinsa, explica que esta donación "forma parte de la filosofía de la empresa, que ya entregó una decena de ambulancias a Cuba y Venezuela, además de a Kenia y al pueblo saharaui.