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El legado de Bueno se materializa en México

La Facultad de Filosofía de León, Guanajuato, abrirá en agosto tras un año de obras para ser un referente hispanoamericano en homenaje al autor de "El animal divino"

El legado de Bueno se materializa en México

El reloj principal de la Facultad de Filosofía de León (FFL), en el estado mexicano de Guanajuato, marcará siempre las once y cuarto de la mañana porque "a esa hora falleció Gustavo Bueno Martínez". El promotor y máximo responsable del proyecto, Juan Antonio García Ramírez, supervisa a diario la construcción de un edificio que abrirá sus puertas en agosto con el doble objetivo de convertirse en el referente filosófico de Hispanoamérica y rendir homenaje al autor de "El animal divino". La Fundación Gustavo Bueno supervisa el plan de estudios de la licenciatura tras establecer un acuerdo de colaboración con el Instituto Oviedo -un complejo educativo que abarca desde preescolar hasta Bachillerato y que ahora ofrece un título superior validado por el RVOE (Reconocimientos de Validez Oficial de Estudios)- e incluso sopesa la posibilidad de abrir una delegación allí, en el León guanajuatense.

Gustavo Bueno Sánchez, hijo del desaparecido padre del materialismo filosófico, viajó la semana pasada a México junto a Daniel Guardiola, investigador de la Fundación Gustavo Bueno, para participar en el I Congreso de Filosofía de la FFL y afianzar las bases del convenio entre ambas instituciones. Ya había estado en junio, cuando las obras de la Facultad, conocida como "Nuevo Oviedo", aún no habían arrancado en el terreno de 16.000 metros cuadrados donde hoy se levanta un inmueble diseñado al estilo de la antigua Grecia y que sigue el modelo neoclásico de los colegios ingleses. De hecho, la Facultad está en la parte alta, como las acrópolis, y cuenta con una escalinata de acceso y cuatro columnas en la portada. Debajo habrá una cafetería independiente, tres canchas de baloncesto, un campo de fútbol profesional con césped sintético, una pista de atletismo de 120 metros y cuatro carriles, y jardines "para estudiar y meditar".

La previsión de la FFL es que el primer curso haya una treintena de matriculados en Filosofía dado que estos meses unas 120 personas se han puesto en contacto con el centro para interesarse por el proyecto. Hacen sus cálculos en base a los posibles cambios de última hora. "A partir de ahí lo que queremos es crecer al presentar estos estudios no sólo como una opción para formarse, sino para acceder a trabajos interesantes y altamente cualificados", explica García.

El promotor y alma mater del Instituto Oviedo y de su licenciatura en Filosofía es especialista en finanzas, impartió clase de Matemáticas o Estadística mientras era bancario a tiempo completo e incluso fue presidente del Fórum Cultural de Guanajuato. Juan Antonio García lleva cerca de catorce años perfilando la institución educativa de la que él es administrador único y que pertenece a su esposa, María Gabriela Rivero y a sus dos hijas, Gabriela y María José García.

Su amor por la docencia y por la tierra natal de su padre (un emigrante en México proveniente de Següenco, en Cangas de Onís) le llevó a hacer realidad un sueño y a bautizarlo con el nombre de la capital de Asturias. Hace menos de un año inauguró el primer edificio, dedicado a enseñanza Infantil, Primaria y Secundaria, tomando como referencia el sistema del colegio Monserrat de Barcelona y la metodología desarrollada a partir de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner. Cerca de ochocientos alumnos asisten allí a clase y todo apunta a que en agosto el número se habrá duplicado hasta llegar a los 1.200.

En enero de 2016, García conoció a Gustavo Bueno Martínez y la repercusión del materialismo filosófico. El librero José Manuel Valdés, de la librería "Anticuaria", en la calle Marqués de Gastañaga, se lo presentó en Oviedo. "Fue providencial porque yo andaba buscando un referente filosófico y me pareció adecuado. Don Gustavo fue muy sensible al decirme que de abrir una Facultad de Filosofía había que hacerlo en México porque es el país más influyente de Hispanoamérica". Seis meses después, las máquinas entraban en el terreno del "Nuevo Oviedo" y 150 operarios de la zona (de León y su entorno) empezaron a trabajar diariamente para poner en pie el edificio. Además, el Instituto Oviedo puso en marcha un curso de Filosofía que dio a conocer el proyecto.

León es la capital estudiantil del centro de México porque acumula el mayor número de universidades con amplia oferta en Ingenierías, Derecho o Medicina, pero sólo hay una institución a cargo de los Dominicos que imparte Filosofía. "Mi empeño es que León se convierta en el faro laico de la Filosofía demostrando que la historia del pensamiento es la base de todo y que es una salida profesional perfecta. Cada vez más empresas demandan filósofos", comenta entusiasmado García a pie de obra, junto al arquitecto Jorge Arturo Macías.

Una de sus frases preferidas es que "No hay que dejar nada en manos de la improvisación para que todo cobre sentido". Y cumple su premisa dentro del Instituto Oviedo, tanto del viejo (el centro educativo), como del nuevo (donde estará la Facultad). Así, no será un fallo que el reloj marque las 11.15 horas como tampoco lo es que la inauguración oficial del primer inmueble haya sido un 16 de septiembre (en esa fecha, pero de 1810, se consumó la independencia de México).

La construcción de la Facultad de Filosofía va a un ritmo vertiginoso que permitirá finalizar la obra en agosto, un año después de comenzar los trabajos. Se encuentra en un terreno en desnivel cerca de la presa "El Palote" y el parque metropolitano, y a escasos 200 metros del otro inmueble del Instituto Oviedo, con el que estará comunicada. Entre otras cosas, tendrá 18 aulas; salas de ordenadores; laboratorios; un auditorio semejante al de la Asamblea de la ONU, aunque en menor escala; la biblioteca más grande de León con capacidad para 40.000 o 50.000 ejemplares; una estación de radio y televisión dotada con un fondo de croma (una técnica que permite recrear diferentes decorados); aparcamiento de 60 o 70 plazas, una Virgen de Covadonga, mamparas electrónicas que se abren para crear espacios amplios según la necesidad y una fuente similar al del Palacio Nacional de Ciudad de México fabricada con técnica de 3D.

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