"La reliquia de San Blas permanecerá expuesta durante todo el día de hoy en la iglesia del convento de San Pelayo, cumpliendo con una vieja tradición local que se remonta al siglo XVI. La veneración del resto del santo que conservan las Pelayas concede la facultad de prevenir a los fieles contra las enfermedades de garganta, según reza esta tradición. San Blas, obispo y mártir, nació en el siglo IV en Armenia. A este santo se le atribuyen propiedades curativas, pues, según la tradición cristiana, realizó el milagro de curar a un niño que se estaba muriendo a causa de una espina que tenía clavada en la garganta".