"Llevo cincuenta años diciéndolo, entiendo que esa piedra labrada es el rollo de la justicia de la villa", afirma Francisco González Arechaga, médico jubilado de Grado que fue uno de los primeros en advertir que el monumento que reinó en la plaza Mayor (actual General Ponte) desde la Edad Media hasta mediados del siglo XIX está en una de las rampas de El Charcón. La concejalía de Cultura anunció la pasada semana que sacarán la piedra para su estudio arqueológico y determinar si se trata del famoso rollo de la justicia.
González Arechaga está seguro casi al cien por ciento. La primera vez que sospechó fue poco después de terminar la carrera de Medicina. Observó la columna de piedra, con un color rosado que le recordó a la capilla de Los Dolores, y su cabeza conectó rápidamente con el libro "Grado y su concejo" de Álvaro Fernández de Miranda.
Además, destaca que el rollo de Grado "estaba exento del castigo de la picota, que sí había en otros pueblos de Asturias, no se ajusticiaba a la gente por un fuero propio del concejo, y el rollo era el monumento en honor a esa jurisdicción de Grado", revela, aunque no descarta que se realizaran castigos como latigazos y azotes.
González Arechaga ha requerido a todos los alcaldes de Grado la extracción de la columna para su estudio. "No sé si fue con Luis Menéndez Rivalla o con José Sierra cuando lo intentaron sacar, pero no podían porque está demasiado metido por la acera", detalla el moscón.
Por eso ahora está muy satisfecho con que vayan a estudiar la columna tras décadas avisando de la presencia del posible rollo. En su opinión, "si se logra contrastar que es el monumento, creo que un sitio bueno para ponerlo sería la plaza de Los Dolores". Y estima que estaría bien colocar un moscón sobre la columna en sustitución del león y el posterior cono que la coronaron.
Casas de canto rodado. El médico moscón también señala como inmuebles dignos de ser catalogados las edificaciones que hay en el centro de la villa construidas con cantos rodados. González Arechaga ha advertido dos casas de regodón frente al palacio Fontela e indica que quedan muy pocas en Asturias. Defiende estas construcciones tradicionales y quiere que se protejan: "En Castilla y León conservan las casas de adobe como oro en paño y aquí no hacen nada", lamenta el doctor.
