Al final de la vista Fadila C. perdió los nervios. Estaba al lado de su expareja y trató de agredirle, aunque la sujetaron los policías que estaban en la sala. "¡Asesino, mentiroso, mataste a mi hijo!", gritó antes de tirarse al suelo, como desmayada. Tuvieron que sacarla a rastras. Hubo mucha tensión. Sin ir más lejos, a la abogada de Fadila, Belén González, se le caían las lágrimas a la salida de los juzgados. "Mató al niño con la crueldad de un monstruo", dijo. Ella cree que es fundamental tener en cuenta que su cliente es una víctima de la violencia de género. Sobre un presunto episodio de este tipo que obligó a la policía a acudir días antes del asesinato al piso de Vázquez de Mella, David declaró que en realidad "estaban manteniendo relaciones sexuales", que son "muy exagerados" y que les daba vergüenza abrir. "Los gritos eran por eso", dijo.