"Nunca vi a mi hija maltratada, pero sabía que su novio la llamaba 'Mora de mierda'". La abuela materna del pequeño Imran ha declarado esta mañana en el juicio sobre el asesinato de su nieto a través de una videoconferencia desde Málaga y con ayuda de una traductora de árabe. La mujer, de origen marroquí, ha contado que le preguntó en numerosas ocasiones a su hija Fadila C., si estaba bien con su pareja, David F., "pero no me decía nada". Sobre su nieto de 21 meses ha asegurado que la última vez que lo vio se encontraba perfectamente, aunque no le gustaba la forma de ser de la pareja de Fadila con la que convivía el niño. Así, ha asegurado que David le pidió dinero en dos ocasiones para comprar pañales a Imran. En aquel momento, Fadila se había ido de viaje a Algeciras dejando al pequeño al cuidado de su novio.

La cuarta sesión del juicio del "crimen de la maleta" comenzó con mal pie por un fallo en el sistema de grabación de la sala, es decir, que no podía recogerse el audio y por tanto registrar la vista oral. Por eso, la jueza paralizó la jornada unos veinte minutos hasta la llegada de los técnicos informáticos del Principado ya que sin la grabación de las declaraciones, la semana sesión sería nula.

Una vez resuelto el problema, dos amigas de Málaga de Fadila la describieron como "una chica buena y solidaria".nSegún una compañera de Instituto que mantenía contacto a través de Facebook con la madre del niño asesinado, la joven nunca le confesó padecer malos tratos mientras mantuvo una relación sentimental con el acusado. La otra amiga, que fue compañera de Fadila en el voluntariado de Cruz Roja de Estepona, relató que a la joven le gustaba ayudar a los demás repartiendo alimentos e incluso cuidando niños. "A mí me ayudaba con las bolsas de la compra en el portal siempre que lo necesité", ha dicho con lágrimas en los ojos para rematar afirmando que al quedarse embarazada de Imran "se la veía contenta".

La hermana de Fadila, que ayer testificó, acudió esta mañana a la sala en calidad de público para seguir el juicio sobre el asesinato de su sobrino Imran. Además, dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía se sentaron entre los acusados para evitar agresiones y velar por la seguridad de la sala. La madre de Imran intentó abalanzarse sobre su exnovio en la segunda sesión del juicio presa de un ataque de ansiedad y tuvo que ser reducida. Por eso, ella tiene las manos esposadas y David, no.

Ambos se enfrentan a petición de la Fiscalía a un pena de 33 años y cinco meses por los delitos de asesinato, maltrato habitual en el ámbito familiar, lesiones y profanación de cadáver. Imran fue encontrado muerto en el interior de una maleta tirada entre los matorrales de las vías de tren del apeadero de La Argañosa en noviembre de 2014.