El estado de la carretera, la falta de iluminación, el caso omiso que hacen algunos conductores a la obligatoriedad de transitar a 50 kilómetros por hora y la falta de aceras, son los principales peligros que, según los vecinos, entraña el tramo de la carretera N-634 que transcurre por Santa Marina de Piedramuelle en el que falleció el motorista Jhonny Geovannny Álvarez, el miércoles por la noche, a las 23.43 horas, según las grabaciones de seguridad de un taller cercano. "Los accidentes estaban cantados", lamentaba ayer María del Mar Telenti, que vive al pie de la curva en la que el joven de 25 años y origen ecuatoriano, que llevaba 15 años viviendo en Oviedo, falleció tras salirse de la vía en la madrugada del jueves e impactar de forma frontal con la puerta metálica que da acceso a una finca situada en el kilómetro 412, muy cerca del desvío hacia Las Caldas "Es una curva peligrosa, sin visibilidad", señaló la vecina.

A escasos 50 metros se registró hace una semana otro accidente mortal. Otro motorista perdió la vida al rebasar el quitamiedos y salir despedido hacia la misma finca en la que se encuentra la verja contra la que chocó Jhonny Geovanny Álvarez. "La carretera está fatal, el asfalto está levantado, falta luz y hay veces que los vehículos entran a bastante velocidad", señaló María del Mar Telenti a las puertas de su hogar. Pese a que el tramo está limitado a 50 kilómetros por hora, lamentó que pocos cumplen con la señalización. "La mejor solución sería la instalación de unos semáforos de precaución", añadió Balbino Alonso mientras caminaba por el tramo de carretera donde se han producido los accidentes. Uno de los mayores problemas, señaló, reside en la falta de iluminación: "Llevamos 15 años solicitando alumbrado público y no nos han hecho caso. En Sograndio lo tienen y aquí no".

Un problema que, sumado a la ausencia de arcenes, complica la vida de quienes tienen que caminar por la zona, situada entre dos paradas de autobús. "Yo me pongo chaleco para que los coches me vean mejor", comentó Claudia Jiménez, que trabaja como asistenta en una de las viviendas situadas junto a la carretera. Vive en Oviedo y sube cada día a Santa Marina de Piedramuelle utilizando el transporte urbano. "Para caminar no hay nada de espacio", dijo Claudia Jiménez, que señaló también que por la vía, sin ruta alternativa, caminan a menudo niños y personas mayores. Cuando un peatón se cruza con el tráfico, "tiene que detenerse y apartarse contra la pared o el quitamiedos". Y criticó que "los vehículos tendrían que pasar a 50 pero hay muchos que no respetan las señales".

Un testimonio clave

Frente a la finca donde se produjo el accidente de Jhonny Geovanny Álvarez se encuentra el almacén de materiales Aller Álvarez, donde trabaja Sergio Aller. La cámara de seguridad de la empresa grabó el accidente, un vídeo que ya se ha entregado a las autoridades para que lo incluyan en el atestado. De las imágenes, destacó Sergio Aller, se desprende que "conducía despacio" y que ningún otro vehículo se vio envuelto en el accidente. También que "había niebla" a lo que Aller añade que "la carretera no está iluminada". La curva en la que se produjo el accidente, comentó, "te echa hacia la finca, hay que ir con cuidado porque es traicionera". De la grabación se desprende también que la salida de la vía fue a las a las 23.43" y que después de que la familia llegase lo hizo el personal sanitario. "A las dos de la madrugada ya había terminado todo".